.ARTICULO DEL
DIARIO FRANCES “LE MONDE” DONDE SE
DEMUESTRA QUE LA POLITICA ES TODA UNA
TRAMA DE INTERESES BASTARDOS
ÁMBITOS. Nº 15 - Año 2006 (pp.
435-448)
436 El diario Le Monde y la intervención francesa en el Sahara
Occidental
Francia llegó a trasladar
al temido Abd El Krim al mediodía de Francia para facilitar la
organización de un foco de perturbaciones próximo a la zona española.
España proporcionará
un considerable apoyo al nacionalismo marroquí antifrancésy se pronunció a favor
del monarca marroquí cuando fue deportado. El revanchismfranquista llevará,
junto a la propia evolución de la zona francesa, a la pérdidairreversible del protectorado español. Sin embargo, será en los
territorios del ÁfricaOccidental donde inicien tímidamente una mayor cordialidad.
Desde septiembre de
1957 los Estados Mayores de Francia y España comenzarán
las conversaciones
sobre una colaboración militar frente a una posibleinsurrección en el
Sahara, Ifni o Mauritania, alentada por el nacionalismo marroquí
del partido
nacionalista Istiqlal. El ataque del Ejército de Liberación, orquestado desde Rabat, se cierne
en primer lugar sobre la zona de Ifni el 23 de noviembre yse extiende con mayor
virulencia al Sahara a partir del mes de diciembre y enerode 1958. Ifni había
sido excluido de la colaboración franco-española por encontrarse demasiado alejado de
los intereses franceses en Mauritania; sin embargo, en el Sahara la colaboración
será completa. Así nacía la Operación Ouragan, dividida enEcouvillon y Teide.
Tras la entrega por parte de España del territorio de Tarfaya a Rabat, la paz quedará
restablecida en el territorio a partir de junio de 1958.
Sin embargo, la
colaboración militar había sido convenientemente silenciada tanto en Francia como
en España: la comparecencia del ministro del Ejército Antonio Barroso sobre
el asunto ante las Cortes el 21 de diciembre no fue difundida,al igual que la
decisión del Consejo de Ministros francés el 30 de diciembre de cooperación militar
con España. Éste último aceptará la operación militar conjunta movido por varias
razones: en primer lugar, resultaba obvia la amenaza que paraMauritania suponía el
Ejército de Liberación; en segundo lugar, decía responder a las peticiones de la
población mauritana y, en tercero y último, necesitaba laseguridad financiera
para la compañía Miferma, que actuaba en la zona. Sin embargo, su complicada
posición internacional (colaboración con Franco, lucha
colonial en Argelia y
relaciones coMarruecos hacen que París trate de camuflar la nueva situación.
España mantendrá una
presencia precaria en el territorio de Ifni, que finalmente será retrocedido a
Marruecos once años después, en 1969. Comenzaba entonces el último lustro de
presencia española en el Sahara Occidental, período complicadoque culminará en el
abandono del territorio por el régimen franquista en febrero de1976, según lo
establecido en el Acuerdo de Madrid cuatro meses antes. Francia por su parte vivía su
larga agonía en Argelia y concedía la independencia a Mauritania, territorio
colindante con el Sahara Español.
En tal contexto, se produjo la intervención, plenamente promarroquí, de Valéry
Giscard D’Estaing en la Marcha Verde.
Guadalupe Pèrez Gar cía
En julio de 1975, Henry Kissinger recibió un informe de la CIA en el que se relataba una preocupante inestabilidad interna en Marruecos, así como una complicada
situación exterior marcada por las difíciles relaciones con Argelia. Como consecuencia, Estados Unidos y Francia decidirán apoyar al aliado conservador frente al socialismo argelino y tomarán posición a favor de Marruecos en el asunto de la reivindicación del Sahara. De hecho, puede decirse que parte de la organización logística de la Marcha Verde, así como la intervención mauritana en el conflicto fueron
orquestadas en el Quai D’Orsai. (Paris)
Valéry Giscard, recién
elegido presidente de Francia, era a su vez amigo deHassan II, al tiempo
que los intereses económicos franceses en Marruecos desde la época del
protectorado continuaban siendo primordiales. Se añadía además una
razón de Estado: con
un Sahara marroquí todo el África Occidental sería francófona.Como resultado, D’Estaing movilizó todos los recursos para convencer al presidente
mauritano de que favoreciera los intereses del monarca alauí. El presidente deTúnez, Habib Burguiba y el de Senegal, Léopold Senghor, le ayudaron en la tarea y poco a poco Mauritania comenzó a aproximarse a Rabat
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