DESECHOS HUMANOS OLVIDADOS DE UNA GUERRA ANASTASIO LO ES DE LA DE IFNI


Viernes, 05 de Julio de 2013 | Escrito por Manuel Jorques Ortiz | | |
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En esta residencia para mayores está desde hace 15 años el compañero Anastasio La AsociaciónVeteranos de Ifni del Levante Español (AVILE) quiere traer a estas páginas y/o foros,lavida truncada de uno de sus socios, ANASTASIO OROZCO MAINEZ,
CaballeroMutilado por la Patria, como consecuencia de las heridas que sufrió durante la prestación del servicio militar obligatorio, en el III Tabor, 11ª Compañía, del Grupo de Tiradores de Ifni nº1, en la defensa del puesto de Tiugsa-Tagraga, el 27 de Noviembre y el 3 de Diciembre de1.957, agredido alevosamente por Marruecos que ocultó su cobardía amparándose en unas pretendidas “bandas incontroladas” del ejército de liberación nacional.
ANASTASIO OROZCO MAINEZ nació el 15 de Abril de 1.935 en La Alberca de Záncara (Cuenca) en cuyo pueblo vivió su primera niñez, en compañía de sus padres y cuatro hermanos, mientras España se desangraba en una “incivil” guerra en la que las potencias extranjeras, apoyando a uno u otro banco contendiente, velaban sus armas ante la inminencia de la guerra mundial que estalló el 3 de Septiembre de 1.939.
Ni durante la guerra, ni en la subsiguiente posguerra, la vida de Anastasio y la de los españoles de aquella época fue nada fácil; se sabe que sus padres tuvieron que vender tierras heredadas para poder comer.
En su juventud se dedicó Anastasio a diferentes trabajos en el campo, sin tener ocasión de pisar jamás la escuela, por lo que al ser alistado para cumplir el servicio militar era analfabeto, como tantos y tantos jóvenes de aquellos tiempos. No obstante, ser iletrado no era inconveniente para ser soldado ni para tener novia. La de Anastasio se llamaba Sofía y con ella hizo los planes de futuro que la llamada a filas aplazó para cuando obtuviera la licencia. Al ser destinado a tan “raro” y al parecer lejano lugar (Ifni) la separación iba a ser de varios meses, pero poco importaba ya que ambos tenían juventud y salud.
La corbeta “Atrevida” en la que llevaron a los reclutas de Fuerteventura a IfniEn el mes de Marzo de 1.957 Anastasio, con los demás quintos de la Caja de Reclutas de Cuenca y otros cientos de toda España fue llevado en tren hasta Cádiz en donde embarcaron con destino a la isla de Fuerteventura y allí, en buques de guerra de la Marina Española llegaron a la costa de Sidi Ifni en donde desembarcaron mediante anfibios… El “bautismo” de agua salada no estaba nada mal para una persona de la meseta castellana que no había visto nunca el mar.
Por el relato de otros compañeros de reemplazo (Ángel Ruiz y Adolfo Cano, del II y IV Tabor, respectivamente) conocemos las vicisitudes del Campamento de Reclutas y los primeros servicios que los Tiradores tuvieron que realizar en un territorio en situación prebélica (ver HISTORIAS SECRETAS DE IFNI. HABLAN LOS SOLDADOS). Del III Tabor, parcialmente repatriado desde el Sahara, una Sección reforzada de la 13ª compañía, al mando del teniente Gonzalo Fernández Fuentes, fue destacada como guarnición del puesto de Tamucha, mientras que la 11ª compañía reforzada con una sección de ametralladoras (a la que pertenece Anastasio) está defendiendo el puesto de Tiugsa-Tagraga al ser atacado por Marruecos al amanecer del 23 de Noviembre de 1.957.
Se desconoce si la familia Orozco, allá en su pueblo de La Alberca de Záncara recibieron alguna carta (escrita por algún compañero que hiciera de amanuense) o si envió alguna fotografía de aquellos meses en tierras africanas. Las primeras noticias que tuvieron de su pariente, mucho tiempo después, es que había sido herido en un dedo por un balazo del enemigo (el mismo 23 de Noviembre) y posteriormente (el 3 de Diciembre) las heridas fueron en la cabeza por metralla de una bomba de mortero caída en el perímetro de defensa.
Hospital militar 'Gómez Ulla', MadridCuando a través de la operación “Gento” la Agrupación “Crespo” consiguió liberar a los sitiados el día 8 de Diciembre de 1.957, Anastasio y otros heridos fueron llevados al hospital de Sidi Ifni y de allí, dada la gravedad de sus heridas, trasladado al hospital militar de Las Palmas de Gran Canaria en el que ingresó una semana después (el 15 de Diciembre), permaneciendo hospitalizado hasta ser llevado al hospital militar de Sevilla (el 19 de Febrero de 1.958) finalizando su periplo en el hospital militar de Madrid al que llegó el 17 de Noviembre de 1.958.
Es plausible que por los diversos hospitales en los que estuvo ingresado, Anastasio debió sufrir diversas intervenciones quirúrgicas. Con seguridad se sabe que en el Gómez Ulla de Madrid se le hizo un reconocimiento y valoración del estado de sus heridas, con el siguiente resultado: “Hemiplejía derecha consecutiva a cuerpos extraños intracraneales con afasia y crisis convulsivas”.
Carnet de Caballero Mutilado absolutoSe le dio el alta hospitalaria y en los primeros días del año 1.959 volvió a su pueblo, a casa de sus padres, intentando adaptarse a su nueva vida de invalido que le afecta al habla (pronuncia un número limitado de palabras). No podía valerse del brazo derecho y caminaba con dificultad debido a las limitaciones que le quedaron en la pierna derecha. Parece ocioso decir que ya no podía ejercer su oficio de jornalero agrícola y que aquella novia (Sofía) con la que dos años antes había hecho planes de futuro se casó con otro hombre.
Las autoridades de su pueblo pugnaron porque Anastasio fuera aceptado su ingreso en el Benemérito Cuerpo de Caballeros Mutilados por la Patria, lo que se consiguió el 10 de Abril de 1.959, y que ese mismo año se le concedieran la “Cruz de Guerra” (21 de Abril), Medalla de la Campaña Ifni-Sahara (30 de Junio) y de Sufrimientos por la Patria (24 de Septiembre).
Las condecoraciones y retribuciones concedidas por el Estado, aunque merecidas y recibidas con agrado, no fueron suficientes para procurarle una calidad de vida aceptable con arreglo a sus 24 años de edad.
Muertos su padre en 1.977 y su madre al siguiente año 1.978, se queda solo viviendo en la casa familiar, arreglándoselas como buenamente puede con la ayuda de vecinas y familiares para la comida y limpieza, siendo sus únicos entretenimientos (cuando los dolores de cabeza lo dejan) escuchar la radio, ver la televisión y llegarse alguna tarde hasta la plaza principal del pueblo para juntarse con algunos amigos, para jugar a la brisca o al dominó mientras se bebía unas cuantas “gordas” (así llamaban a los tercios de cerveza), hábito sin duda poco aconsejable para su estado de salud, por lo que si no tenía la suerte de que alguien lo llevara en coche hasta su casa tenía que volver andando, tropezando y cayendo cada dos por tres hasta que conseguía entrar en su domicilio.
Nos cuenta su sobrino José Luis Orozco (actualmente su tutor por resolución judicial) que en las vacaciones de verano su padre (hermano de Anastasio) que vivía en la provincia de Barcelona iba para pasar un mes en el pueblo, recordando como desde muy jovencito se adelantaba a sus padres en el viaje de vacaciones para pasarlas con sus abuelos y con su tío “Tasio”, que era de carácter fuerte y enérgico pero que siempre le trató muy bien.
Hacia el año 1.988 (unos diez años después de morir sus padres), Anastasio decidió hacer algo con la vieja casa familiar, hecha de paredes gruesas y ventanas pequeñas como el resto de las casas de la época, para lo que compró la vivienda colindante, mandando derribar ambas y construir en el solar una nueva, de la que no pudo disfrutar por mucho tiempo. Su hermana mayor, Ceferina, soltera y jubilada, se fue a vivir con él y lo que todos estimaban como un buen augurio para el futuro de ambos hermanos acabó convirtiéndose en el desencadenante de su definitiva caída, debido a la falta de empatía entre ellos agravada por sus caracteres incompatibles que hicieron imposible la convivencia.
En 1.990 vuelve Anastasio al hospital, esta vez al Virgen de la Luz, de Cuenca, y en 1.997 acudieron sus familiares desde Cataluña ante las noticias de que se encontraba en un estado deplorable de abandono; llevado nuevamente al hospital de Cuenca los médicos aconsejaron su ingreso en la Residencia de Ancianos La Alameda, por un periodo mínimo de seis meses, para ver si se adaptaba, y allí continua quince años después, en su habitación, donde lo levantan para sentarlo ante una mesa donde pasa horas hasta que lo vuelven a meter en la cama, con una mirada extraviada, tal vez recordando su dura pero feliz infancia, adolescencia y juventud, cuando era un mozo fuerte, sano y bien parecido, al que un día se lo llevaron a “servir a la Patria” que lo devolvió hecho una piltrafa humana.
Anastasio en la actualidadEl oscurantismo del gobierno franquista, su ocultación de la guerra sostenida con Marruecos, así como la existencia de los heridos, mutilados y prisioneros, en los tiempos inmediatos a aquella contienda bélica, sin duda cercenó las posibilidades de que las autoridades de todo tipo hubieran podido proporcionar a Anastasio y a otros soldados como él, que acabaron en una situación parecida, una ayuda, un apoyo personal, un seguimiento, un programa de rehabilitación… Todo aquello necesario para reparar en alguna medida las consecuencias de obligar a unos reclutas de reemplazo a participar en un enfrentamiento armado para el que no estaban preparados.
Anastasio, como Caballero Mutilado por la Patria ha recibido los ascensos siguientes: El 1 de Febrero de 1.986, a Brigada; el 1 de Julio de 1.986 a Sargento 1ª, y el 12 de Enero de 1.990, a Subteniente.Anastasio Orozco, el joven Tirador de Ifni herido en combate, nos mira. Nosotros estamos obligados a rendir en su persona el Homenaje que todos aquellos muertos, heridos, mutilados y prisioneros en la Guerra de Ifni se merecn
Manuel Jorques
                                              

2 comentarios:

  1. Permítaseme una apreciación personal desde la perspectiva de mi propia experiencia.
    Nacido en Madrid en plena Guerra Civil, me quedé huérfano de padre a la edad de dos años y medio. Cursé mis primeros estudios hasta los doce años, en un colegio para huérfanos madrileños. Después, en una escuela oficial de aprendizaje de oficios, aprendí lo básico de electricidad pasando a trabajar a los catorce años en una fábrica de maletas de cuero. En definitiva, a los dieciséis años era oficial de tercera electricista y con ganas de comerme el mundo en Sudamérica, me alisté a la Legión pasándome después a Paracaidistas. En noviembre de 1957 llegué junto con una panda de novatos, al aeropuerto de Sidi-Ifni paras entrar en una guerra que me llevó el día 4 de junio de 1958 a pisar una mina y a serme amputado el pie derecho. Luego, en Madrid, pasé al Benemérito Cuerpo de Mutilados de Guerra por la Patria donde alcancé el rango de Teniente.
    Me casé, tuve cuatro hijos y mientras tanto, trabajé como técnico de calefacción hasta mi jubilación.
    El caso de Anastasio, siendo parecido al mío, no lo es tanto ya que él ha tenido peor suerte que yo, pero sinceramente pienso que de su situación, solamente se le puede echar la culpa a su extremada mala suerte. A nadie más.
    Un abrazo para Anastasio Orozco.

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  2. Amigo Juan: Todos salvo raras excepciones tenemos particularidades en el transcurso del nacer y morir, en esa horquilla de tiempo yo mismo podría decir cosas que si no igual a tu relato, si para maldecir la mala suerte y quedar macado para el resto. Todo antes de Ifni que habría que añadir
    El articulo lo he “colgado”como homenaje a aquellos (como en tu caso) que sufrieron ”por la mala suerte”de haber sido enviado a una guerra siendo casi un niño y sin ninguna preparación fueran voluntarios (“cuerpos de elite”) o del SMO.y haber sido mutilados por vida. Anastasio es, un caso de mala suerte inducida como otros que seguramente habrán
    Como ocurre amigo Juan, que ya quedamos pocos para gritar, que aquello fue, que existió, que fue una guerra, que por poder haber sido evitada lo fue mas incomprensible y sangrienta Yo al menos me encuentro obligado por ser de los pocos que quedan el gritar, auque no me escuchen, que la guerra de Ifni lo fue, que entre a formar parte de nuestra historia mas reciente. El reconocimiento económico se lo pueden meter en los cojones (hablando mal) o e una mariscada como esta al uso Un abrazo. Adolfo

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