ARTICULO RECUPERADO DEL 2010 CON COMENTARIOS QUE AUN HOY SIGUEN SIENDO VALIDOS

RECUERDOS

LA EXTRAÑA GUERRA DE IFNI

La guerra de Ifni fue corta, dura y extraña.
Ya nos habíamos adaptado al clima, sufrido algún siroco o plaga de langostas (eran estas, como grandes saltamontes, rojos unos y amarillos otros, que cubrían todo). Puedo decir, que me sentía cómodo. Era una aventura africana. La rigidez militar no era extrema, convivir con otra cultura era interesante, pasear por la ciudad (Sidi Ifni) entrando al zoco, comiendo higos chumbos (un nativo solía apilarlos en un gran montón y por una Pts te dejaba una navaja algo oxidada y comías los que quisieras), bebiendo el té con hierba buena al son de una música diferente, ir de “chiquitos” con los amigos vascos al bar que apenas puedo recordar,… Sí. Me sentía cómodo, feliz.

Debió ser sobre el mes de agosto cuando me mandaron junto a otro compañero a hacer guardia desde las caballerizas a la playa. Vivíamos de una forma extraña. Durante el día todo era completamente normal, pero por la noche parecía como si hubiera un toque de queda encubierto, ya que teníamos que controlar todo movimiento por la zona. Hubo una gran explosión en la playa y después como una aurora boreal. Nos acercamos a la playa, la gente salía de sus casas asustada y nos encontramos que los bidones de combustible almacenados estaban ardiendo (después supimos que fueron cien mil litro de combustible los que ardieron en un sabotaje). La zona de playa estaba bajo el control de la policía.

Curiosamente los viejos mosquetones máuser, que para que saliese la bala había que disparar varias veces, nos los cambiaron por otros nuevos sobre el mes de septiembre u octubre. Algo estaba pasando a lo que nosotros estábamos ajenos, incluso creo, los oficiales, aunque no así el Estado Mayor en Madrid, pues habían muchas preguntas con respuestas ambiguas, ya que desde hacia meses, había en los puestos avanzados hostigamientos e incluso muertos, que Franco consideraba eran pequeñas escaramuzas, confiando excesivamente en su amigo el “moro”

Y ocurrió. El 23 de noviembre de 1957 sobre las dos de la madrugada, estaba de guardia el capitán Rosalini en el Grupo de Tiradores y fue él quien despertó a su compañía (la 23 del IV Tabor) en silencio. El cabo furriel nos iba dando la dotación completa y así formamos en el patio a la puerta de la compañía. Suponía que aquello era un simulacro, un movimiento de tropa para ensayar algún ataque. Me di cuenta de que iba de verdad cuando escuché al comandante decir a mi capitán “tiro, tío” y al capitán decirnos “al que fume le corto los huevos”.
Fue desde ese momento que sucedieron los desagradables acontecimientos. Una guerra es lo más cruel que se puede imaginar. Cierto que desde la “noche de los tiempos” existen, pero es muy diferente leer, ver o escuchar a ser uno mismo el que metido en la vorágine de un conflicto armado tiene que matar, tienes que ver morir al compañero, a sentir el verdadero miedo, donde el organismo y la mente se acomoda por la supervivencia

Salimos en silencio y nos situamos en la primera montaña, lindante a Sidi ifni (desde la cumbre se dominaba la playa). Hubo al amanecer fuego enemigo, escuchamos los primeros “pacos” y algún que otro mortero, pero salvo aislados escarceos no fue lo que yo esperaba. Hubo desde un principio como el “yo estoy aquí” (la cota de enfrente) “si quieres ven”. Claro que tuvimos que ir.

Necesitábamos ensanchar el cinturón de defensa de una primera línea provisional que se había establecido en defensa de la ciudad. Aquí, sí que nos costó, sangre, sudor y lágrimas. Aquello sí fue la guerra, pero una guerra extraña, un ejército sin ninguna experiencia, en alpargatas, dentro de una “chilaba” y en la cabeza un gorro rojo (tarbush) que indicaba al enemigo donde te situabas (hablo de Tiradores de Ifni). Unos oficiales o suboficiales hacían lo que podían. Había que ocupar el montículo de enfrente y se ocupaba. Antes le daba un repaso la aviación o bombardeando el Canarias, pero los primeros nunca o pocas veces acertaban en la cima y los segundos solían equivocarse de cota. (Demencial).

Lo cierto que los “cuatro moros” cuando llegábamos a la ladera allí estaban y nos “freían”. Estaban defendiendo lo que ya consideraban propio.

Cuando teníamos que ocupar una cota, (la orografía del territorio de Ifni era montículos y vaguadas sucesivas) se formaba una punta de lanza por Tiradores y los flancos apoyados por Paracaidistas y Legión. Dominada la cota, era Tiradores los que se quedaban defendiendo la posición. Alguna vez, llegados a la tarde noche, el sargento situaba los puestos por pelotones y en la oscuridad nos distribuía (por la dificultad de orientación en un terreno nuevo) unos delante y otros unos cincuenta metros detrás. En consecuencia, aunque parezca cómico, nos disparábamos entre nosotros, hasta que el teniente ponía orden.

La guerra de Ifni fue extraña y la mayor chapuza del régimen. En tan solo algo más de tres meses, nos dejamos por nada, unos trescientos muertos y más de quinientos heridos.
Algo más de tres meses fue el tiempo que se necesitó para liberar lo que se pudo, en columnas de rescate, donde se sufrió verdadero desgaste de tropa. Dinamitando los puestos al abandonarlos (eso me hizo ya pensar, que el territorio de Ifni se entregaba ya a Marruecos).
Hubo cotas a recuperar, (duras por su poder estratégico) donde quedaron para siempre compañeros muertos y otros fueron heridos. Todo fue de una dureza extrema, hasta que los mandos superiores consideraron, que el cinturón de defensa de la ciudad era el que habían establecido, planificándolo en los despachos.

Llegaron los zapadores y montaron una alambrada de defensa a Sidi Ifni de unos quince Km.? y campos de minas, que de vez en cuando explosionaban por algún jabalí o gacela con lo que nos quitaban el hambre, ya que en Sidi Ifni subsistíamos diez mil de tropa con el abastecimiento de dos mil quinientos. (Éramos la tropa que había antes y al inicio del conflicto. Los moros, unos ocho mil al comienzo) Desde la puesta de la alambrada, aunque siguió la dureza de la montaña, sin refugios (se hicieron posteriormente) con poca comida y poco agua. La exposición al fuego enemigo fue muy esporádica, era diferente. Los moros extrañamente seguían estando en la cota de enfrente. De vez en cuando nos lo hacían saber con algún fuego de mortero o disparos y así quedaron enfrente hasta la entrega del territorio.
Los Tiradores pasamos mucha hambre, fuimos los hermanos pobres de aquella extraña guerra, junto a los que vinieron a reforzarnos del servicio militar obligatorio. Entiéndase como se quiera.

Ya no había que adelantar la línea, ni formar ninguna operación (Netos, Pañuelo, Diana…) nos replegamos en la “Operación Vergüenza”. Algo se había firmado con fecha de caducidad.
El 30 de junio de 1969 a las 12:55h se entregaba a Marrucos Sidi Ifni.
Habíamos hecho parte de una farsa, habían muertos compañeros, heridos otros y la mayoría quedamos marcados con secuelas que aun hoy perduran, POR NADA


Adolfo Cano Ruiz Tirador de Ifni IV Tabor 23 CIA. 1957 / 58

                                       
                                        COMENTARIOS
 
Todo lo que se dice en este articulo lo podriamos firmar todos los que estuvimos allí a mi particularmenta me trae muchos recuerdos y parece que lo escrito yo, porque es practicamento lo mismo, haber si de una vez nos tienen en cuenta.

gracias por lo que estais haciendo para que se reconozca lo que alli pasamos

Manuel lancharro

 

 

 

Salvador

Hola buenos días,

soy el sobrino de Salvador Alvarez Moreno, de Falces Navarra
mi tío desapareció en Ifni durante 1957, por lo que sé era tirador destinado en el puesto de Tamucha. Nunca recuperamos el cuerpo
Estoy intentando recuperar su historia y si es posible poder hablar con alguien que lo conociera directamente,
He podido saber que tenía un amigo llamado Manuel, de Malaga.

Cualquier información que tenga será agradecida,

 Salvador Alvarez Iribarren


 

 

 

Vanesa

 Soy sobrina de Cesar Moral Izquierdo, natural de la Rioja, estaba haciendo la mili en Bilbao o San Sebastián no lo sé muy bien. Los metieron en un barco sin decirles a donde iban varios días de camino, de vez en cuando consiguió mandar alguna carta a casa: Madre no se donde nos llevan, nadie nos dice nada.

Una vez llego allí se perdió totalmente su pista, mi santa abuela iba todos los días al cuartel de la Guardia Civil del pueblo a reclamar a su hijo, ya sabéis la época y la mujer allí todos los días: Vosotros os lo habéis llevado y vosotros me lo vais a traer.
Al final después de mucho buscar, estaba en un hospital del levante andaluz ingresado, fueron a buscarlo, le dieron una medallita una palmada en la espalda.

Según mi familia nunca volvió a ser como era, no le gusta tener relación con la gente, y nunca han conseguido que contara nada
 
 



antmorillo

 Hola, soy hijo de un veterano de la guerra de Ifni, desde que tengo uso de razon llevo escuchando relatos de mi padre y tambien viendo como todo el que lo oia se lo tomaba como exageracion de las anecdotas tipicas de la mili, incluso yo un poco tambien a veces lo pense, tambien cada vez que he dicho que mi padre habia estado en la guerra me decian -" ¿guerra que guerra?" y se lo tomaban a burla, hoy de casualidad he entrado en esta pagina y desde esta he buscado mas y viendolas he llorado de pena y verguenza por mi y por mi pais que despues de tanto tiempo no han tenido la decencia de reconocer ese servicio que esos jovenes prestaron a su pais, tan lejos de sus familiares y que con tanto bombo que se le da a lamemoria historica este trozo aun siga en el olvido, siempre he estado orgulloso de mi padre porque es un buenisimo hombre, pero ahora ademas me siento orgulloso de ser hijo de un valiente y tambien mas orgulloso de el porque aun no lo he oido ni una vez de reprochar nunca lo mal que lo ha tratado su pais ese pais porque el lucho, yo desde este momento intentare que nadie vuleva a hacer burla de sus historias e intentare de darle el homenaje que se merece. Mi padre se llama Antonio Morillo Perez de Málaga si alguien lo conocio, lo recuerda o fue su amigo me gustaria que si qisiera se pusiera en contacto conmigo en el mail escamorijo@hotmail.es y tambien agradeceria que me dijeran donde poder conseguir la medalla que le concedieron y que tenian que comprarse ellos (que verguenza) un saludo y ojala que algun dia no lejano les sea reconocido el merito que se merecen y que este pais no tenga esa verguenza de tratar asi a los que sagran por el







1 comentario:

  1. ¿Conoce alguien a algún superviviente de la Guerra de África y en concreto del desastre de Annual? No queda nadie. Pues a eso deben estar esperando los sucesivos gobiernos, a que ya no queden vivos y ni siquiera los nietos de los combatientes de la Guerra de Ifni-Sahara, para echar un tupido velo sobre el asunto.

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