Josep Ferrándiz, veterano de la guerra de Ifni.
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Fuente: Pirineos en guerra
A difrencia de Josep Maria Contijoch,
que aterrizó en Ifni por cortesía del servicio militar, Josep Ferrándiz García
(Barcelona, 1935) llegó al territorio a principios de 1957 con la Segunda
Bandera Paracaidista, la Roger de Lauria. Se había enrolado en agosto del año
anterior, atraído por la aventura y por los vistosos uniformes que vestían los
veteranos del cuerpo, y con la idea de esquivar el destino -montaña en Jaca- que
le había tocado en el sorteo de quintos. Una repentina enfermedad paterna lo
obligó a regresar a casa justo en Ferrándiz se alistó en agosto de 1956; tras la instrucción en Alcantarilla y
Alcalá de Henares, fue destinado a la 7a compañía de la Segunda Bandera
Paracaidista, al mando del capitán Sánchez Duque y donde coincidió con el
teniente Ortiz de Zárate. Participó en febrero de 1958 en la Operación Pegaso,
la reocupación temporal de los fuertes de Tabelcut y Erkun, donde tuvo lugar el
segundo salto de combate del paracaidismo español, a cargo de la Primera
Bandera, la Roger de Flor. Fotografía: Presència.Ferrándiz se alistó en agosto de 1956; tras la instrucción en Alcantarilla y
Alcalá de Henares, fue destinado a la 7a compañía de la Segunda Bandera
Paracaidista, al mando del capitán Sánchez Duque y donde coincidió con el
teniente Ortiz de Zárate. Participó en febrero de 1958 en la Operación Pegaso,
la reocupación temporal de los fuertes de Tabelcut y Erkun, donde tuvo lugar el
segundo salto de combate del paracaidismo español, a cargo de la Primera
Bandera, la Roger de Flor. Fotografía: Presencia.noviembre de 1957, a pocos días de estallar la
revuelta: se ahorró la invasión y las operaciones iniciales. Su compañía, la
7a, formaba el grueso de la desgraciada columna de Ortiz de Zárate y
protagonizó el 29 de noviembre la Operación Pañuelo, el primer salto de guerra
del paracaidismo español, sobre la posición de Tiliuin: "Me habría tocado,
seguro", dice Ferrándiz.
"Tómate unos vinos conmigo", me invitó; Ortiz de Zárate era un hombre exquisito, especial.
Esta entrevista se publicó extractada el 1 de junio de 2007 en el semanario Presència.
Regresó a Ifni a mediados de diciembre, a tiempo
para participar en febrero de 1958 en la Operación Pegaso, la reocupación
temporal de los fuertes de Tabelcut y Erkun, una maniobra de distracción para
evitar que el Ejército de Liberación trasladara parte de sus efectivos al
Sáhara. Ferrándiz ganó en Ifni una Cruz Roja al mérito militar por evacuar desde
el frente a un camarada herido. El resto de la guerra lo pasó en misiones de
protección de los convoyes que llevaban pertrechos y provisiones al perímetro
defensivo de Sidi Ifni, y estacionado en Buyarifen, estratégica posición al
norte de la capital: "Dormíamos al raso, y por las noches salíamos a hostigar a
los moros", recuerda. "La invasión fue para nosotros una sorpresa. Había habido
incidentes en el interior, pero en Sidi Ifni las cosas estaban tranquilas. No se
nos permitía entrar en los cafés moros, por precaución, pero sí que pululábamos
por el zoco. Armados, por supuesto, porque de aquella gente nunca llegué a
fiarme. Todo era 'Paisa, yo amigo', 'Paisa, yo he servido con Franco'...
Demasiado amigos, la verdad". Tras la guerra siguió un período de guarnición:
instrucción, saltos, marchas y guardias en los puntos estratégicos de la
capital: aeropuerto, depósito de agua, central eléctrica... Como se licenció en
1959, todavía tuvo tiempo de desfilar el 1 de abril de 1958, Día de la Victoria,
por el paseo de la Castellana: "Fue el primer día que vimos un Cetme".
Un interesante artículo.
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