SIDI IFNI ·"CORTIJO" DE LOS MILITARES DEL REGIMEN
Escrito por Adolfo Cano Ruiz
miércoles, 02 de enero de 2013
Desde que “desembarqué” en 1.957 como soldado de SMO
(Servicio Militar Obligatorio) en Sidi Ifni, y posteriormente, en largas
marchas de entrenamiento militar, visioné el pequeño territorio de Ifni, me
hice una pregunta: ¿qué interés tenía España en poseer y defender tal
territorio? Territorio que no reunía beneficio alguno, por lo abrupto de su
costa ni como pesquería.
Hoy 55 años después, voy a intentar darme una respuesta,
máxime cuando por defender aquel inhóspito territorio dejé amigos que murieron
y parte de mi juventud. Por nada, porque nada había que defender… o tal vez sí,
"el cortijo” de los militares.
Iniciaré mi análisis por determinar, si después de de la
guerra de África, en el tratado de Wad Ras de 1.860, según el Articulo 8º,
donde se concede a perpetuidad lo que ya tenía en 1.476 S.M. Católica en la
costa del Océano. Marruecos, posiblemente ayudado por el comisionado
español Duro establece que Ifni es la plaza que corresponde a Santa Cruz de la Mar
Pequeña.
Un poco de historia
La historia de la época nos dice que el sitio en que estuvo
construido el castillo de Guader, Santa Cruz de la Mar Pequeña, de Mar Chica ó
Mar Menor, que con todos esos nombres se designaba dicha fortificación. Para
introducirnos, hablaremos muy ligeramente de la ocupación y conquista de las
islas Afortunadas ó Canarias, a fin de consignar tan sólo lo que hace relación
a nuestro intento.
Las citadas islas se consideraron de muy antiguo parte
integrante de los dominios españoles, por haber poseído la dinastía goda la
Mauritania Tingitana en la Berbería occidental, y en este concepto se concedió
por D. Enrique III de Castilla su señorío y el del Mar Menor de Berbería á D.
Juan de Bethencourt, que conquistó las cuatro islas menores y emprendió algunas
correrías sobre las costas fronterizas de África.
Estas incursiones, que proporcionaron no escaso provecho a
Bethencourt y contribuyeron a que reconociese una gran extensión de costa,
movieron también a aquel célebre aventurero a tener el propósito, que no llegó
á realizar, de construir en África una “fortaleza propia para poner a
contribución del país”.
Pasando por alto en esta sucinta narración las discordias
habidas por casi un siglo entre las coronas de Portugal y Castilla, a causa de
que un sucesor de Bethencourt que hizo la doble transmisión de sus dominios al
Conde de Niebla y a D. Enrique, Infante de Portugal, y otros detalles e
incidencias, expondremos, sin embargo, que el primer duque de Medina Sidonia,
hijo del Conde de Niebla, y a cuyo cargo estaba la heredera de las Canarias,
Doña Inés de Peraza, casó a esta con Diego García de Herrera, por lo cual este
quedó en 1.445 en posesión del señorío de aquellas islas y del Mar Menor de Berberia
Herrera se decidió a llevar a cabo el propósito de
Bethencourt, preparó al efecto una expedición, con las tropas y provisiones
necesarias, desembarcando en el puerto de Santa Cruz de la Mar pequeña y
estableciendo una fortaleza. Respecto al lugar en que se construyó esta
fortaleza y demás detalles de la expedición, dice el historiador Viera,
tomándolo de las crónicas de aquella época, lo siguiente:
«Mar pequeña dista como treinta y tres leguas de Lanzarote.
Ejecutóse el desembarco á la media noche por la
embocadura
del río que aquellos naturales llaman el Vado del
Mediodía, la
cual forma una bahía navegable hasta tres leguas
tierra adentro.
Construida la fortaleza con una admirable prontitud,
se
coronó de artillería y se le puso una respetable
guarnición, al
mando de Alonso de Cabrera. Herrera se restituyó á
Lanzarote,
y los avisos y provisiones de boca y guerra se
comunicaban por
medio de una fusta ó embarcación pequeña que desde
luego se
dedicó á aquel ejercicio.»
Habiendo hecho este pequeño relato de la historia, paso al
año 1.860 donde, después de la guerra de África que gana España, se firma el
tratado de Wad Ras por el que Marruecos en el Artículo 8 se compromete a:
“Artículo 8 - S.M. Marroquí se obliga a conceder a
perpetuidad a S.M. Católica en la costa del Océano, junto a Santa Cruz la
pequeña, el territorio suficiente para la formación de un establecimiento de
pesquería como el que España tuvo allí antiguamente. Para llevar a efecto lo
convenido en este artículo, se pondrán previamente de acuerdo los Gobiernos de
S. M. Católica y S.M. Marroquí, los cuales deberán nombrar comisionados por una
y por otra parte para señalar el terreno y los límites que deba tener el
referido establecimiento.”
Es aquí donde Marruecos demuestra su particular astucia. Los
comisionados indicados por España para establecer la situación geográfica de
Santa Cruz de la Mar Pequeña discrepan. Uno la sitúa en la desembocadura del
río Ifni y otro en la zona del río Draa.
España por una estrategia política de Marruecos, que no desea
tener competencia alguna portuaria, acuerda con España (se desconoce el pacto,
“posiblemente económico”) que el emplazamiento de Santa Cruz de la Mar Pequeña
sea Ifni.
España en 1.931 (Gobierno de la Republica) sabe que tiene un territorio que “considera”
apropiado para crear una pesquería cerca de los grandes caladeros y desea tomar
posesión de él. Lo intenta en el 31 y 32 sin éxito, por tener el rechazo de las
tribus Beréberes de la zona.
La ocupación:
En 1.934, el Coronel
Capaz, tras un pacto, consigue asentarse en el territorio de Ifní.
Capaz pronto se da cuenta del engaño, al encontrarse con un
terreno montañoso árido y pobre en recursos. La costa no reunía condición
alguna para crear un asentamiento que fuese base de una pesquería, pues las
olas rompían con excesiva fuerza y el río Ifni, como dicen los documentos de la
época del asentamiento de Santa Cruz de la Mar Pequeña, no tenía una bahía
navegable hasta tres leguas tierra adentro ni distaba 33 leguas de la isla de Lanzarote.
El Coronel Capaz tomo una decisión que prevaleció hasta
1.969, el militarizar la zona formando los primeros Tabores de Tiradores de
Ifni, que al pasar Ifni a manos nacionales, Franco (como buen africanista) los
manda a la península para combatir en el lado nacional en su Guerra Civil
Española.
Terminada la Guerra Civil, los militares vieron en Ifni la
posibilidad de “montar un cortijo” donde hacer una carrera militar rápida y
bien renumerada. Fue la razón para continuar la labor del Coronel Capaz,
poniendo gran empeño en hacer de Sidi Ifni una ciudad que les fuese cómoda,
para los militares influyentes y afines al Régimen. Hospital co los ultimos adelantos, escuelas, instituto correos banco ,pagaduria, cine. asfaltado de calles edificaciones, iglesia; bEl regimen aporto centenares de millones de pts para hacer de Sidi Ifni "un cortijo" que fuera reposo del guerrero de sus militares afines
Conclusión
Después de esta reflexión, me doy cuenta que formé o formamos
parte de una gran mentira forjada en 1.860 por intereses político-económicos, y
contribuimos en la guerra de 1.957-58 a defender el “cortijo”, cediendo en el
tratado de Angra de Cintra el territorio de Tarfaya, donde se habían encontrado
los restos de la fortaleza de Santa Cruz de la Mar Pequeña (así quedaba anulado
el punto 8º del tratado de Wad Ras), pero nos quedamos con la “joya de la
corona”, la capital Sidi Ifni, defendida por 9000 soldados“único interés militar” hasta 1969, año en el
que en el tratado de Fez se firma la retrocesión de SIDI IFNI (IFNI VIRTUAL)
Allí, en aquella cruenta realidad de una guerra, nos dejamos
muertos, desaparecidos y heridos (mutilados de por vida), hubo prisioneros,muertos olvidaos en el territorio ocupado muchos quedamos con secuelas que aun hoy, para nuestra desgracia, guardamos.
Todo por la codicia de unos militares adictos al Régimen que quisieron salvar
su CORTIJO.
s mi reflexión. Adolfo
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