Fuente: Pax Augusta
Publicado por Gustavo Adolfo Ordoño el 4/7/2017
Publicado por Gustavo Adolfo Ordoño el 4/7/2017
Justo ahora
se cumplen 60 años de unos hechos que eran claros avisos de un ataque militar
contra el territorio español de Ifni, situado en la costa occidental de
Marruecos casi a la altura de las Islas Canarias. Pero nadie hacía caso a esos
alarmantes indicios bélicos en el gobierno de Madrid. Bueno, existían unas
importantes excepciones en ese escepticismo gubernamental, los gobernadores
militares de esa futura provincia española. El veterano y eficiente gobernador,
el general Pardo de Santayana, ya advertía en marzo de 1956 de un peligro real:
la confrontación por la insurgencia que generaría la introducción de impuestos
(no habituados a ellos) entre la población local. Una medida impopular pero que
quería ir convirtiendo al territorio en una “provincia normalizada”, que pagase
sus impuestos como cualquier otra de la península.
Pero el
general Pardo fue conminado por Madrid a no emplear la fuerza militar
preventiva, que quizás hubiera desbaratado los planes de ataque
independentistas. Tampoco el general Gómez Zamalloa, sustituto por retiro de
Pardo Santayana el 23 de junio de 1957, tuvo mejor suerte con sus informes que
advertían de un probable ataque a gran escala sobre Ifni o al Sáhara español.
Ni siquiera Madrid, aunque ya en el mandato del general Pardo se habían
producido reuniones informales con militares franceses, dejó que el ejército
del A.O.E (África Occidental Española) colaborara de manera explícita y
completa con el ejército francés, ya llevaba
en combate con los milicianos marroquíes en la zona mauritana y argelina del
Sáhara bastantes meses.
Francia
ofreció colaboración que el Régimen rechazó enrocado en su arriesgado
equilibrio de seguir deseando ser el único “hermano” europeo del mundo árabe y
de los países del Tercer Mundo, que tan buenos réditos había dado ayudando a
España a entrar en la ONU. La idea que marcó la
respuesta ante la crisis fue que un país hermano, por el que tanto se había
hecho en su independencia, no atacaría a los intereses españoles. Esa ingenua
apreciación fue la única resolución que se tomó desde el palacio de El Pardo
ante la evidente crisis.
Justo ahora
se cumplen 60 años de unos hechos que eran claros avisos de un ataque militar
contra el territorio español de Ifni, situado en la costa occidental de
Marruecos casi a la altura de las Islas Canarias. Pero nadie hacía caso a esos
alarmantes indicios bélicos en el gobierno de Madrid. Bueno, existían unas
importantes excepciones en ese escepticismo gubernamental, los gobernadores
militares de esa futura provincia española. El veterano y eficiente gobernador,
el general Pardo de Santayana, ya advertía en marzo de 1956 de un peligro real:
la confrontación por la insurgencia que generaría la introducción de impuestos
(no habituados a ellos) entre la población local. Una medida impopular pero que
quería ir convirtiendo al territorio en una “provincia normalizada”, que pagase
sus impuestos como cualquier otra de la península.
Pero el
general Pardo fue conminado por Madrid a no emplear la fuerza militar preventiva,
que quizás hubiera desbaratado los planes de ataque independentistas. Tampoco
el general Gómez Zamalloa, sustituto por retiro de Pardo Santayana el 23 de
junio de 1957, tuvo mejor suerte con sus informes que advertían de un probable
ataque a gran escala sobre Ifni o al Sáhara español. Ni siquiera Madrid, aunque
ya en el mandato del general Pardo se habían producido reuniones informales con
militares franceses, dejó que el ejército del A.O.E (África Occidental
Española) colaborara de manera explícita y completa con el ejército francés,
que ya llevaba en combate con los milicianos marroquíes en la zona mauritana y
argelina del Sáhara bastantes meses.
Si el
asesinato de policías nativos de Ifni, los sabotajes y los ataques deliberados
a patrullas españolas desde enero de 1957, no convencieron de la necesidad de
refuerzos y de un cambio de actitud que significase una muestra de fuerza y
seguridad en la zona, sí que pareció empezar a preocupar en Madrid las
evidencias que aportaban los franceses de los repliegues y agrupamientos de las
fuerzas rebeldes en torno a la frontera del enclave.
Para
cualquier militar de academia tenía que ser evidente el próximo ataque contra
esa “isla” española rodeada de tierra marroquí. La clarividencia del general
Pardo de Santayana no fue atendida a tiempo. Además su sucesor, el nuevo
gobernador Gómez Zamalloa, atemperó la tensión de Ifni en uno de sus primeros
informes a Madrid (finales de junio 1957) que situaba mayor peligro de ataque
en el Sáhara. Finalmente, en la reunión de la Junta de Defensa Nacional
celebrada el 27 de julio y a la que acudió el general Zamalloa, se trazó el
Plan Madrid como estrategia en previsión de un probable ataque a Ifni y al
Sáhara.
No pudo
ponerse en práctica ya que las tropas de refuerzo, enviadas al final de
noviembre, desembarcaron muy tarde, en un territorio ya en plena guerra.*
* Extracto
de mi Trabajo Fin de Máster en Historia Contemporánea de España
Adolfo Ordoño
Adolfo Ordoño
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