La Ministra de Defensa Doña Carmen Chacón (DEP) lo intentó pero el PP no lo considero oportuno. Un día llegará que podremos saber la verdad
Fuente: El País (10 de diciembre de 2011)
10.000 documentos de 1936 a 1968, listos para difundirse. La mayor desclasificación de la democracia, pendiente de la aprobación por el nuevo Gobierno
Carmen Sevilla visita en 1957 a las tropas españolas en la guerra
de Ifni, uno de los episodios a los que afecta la desclasificación.El
Ministerio de Defensa ha ultimado la mayor operación de desclasificación de
documentos secretos de la etapa democrática. El objetivo de esta medida es
poner a disposición del público unos 10.000 informes fechados entre 1936 y 1968
que se guardan en los archivos militares y que, pese a su interés histórico, no
pueden ser aún consultados por estudiosos e investigadores debido a que siguen
legalmente clasificados.
Tras varios años de análisis, la ministra de Defensa, Carme
Chacón, elevó en octubre pasado al Gobierno una propuesta de desclasificación
en bloque de estos documentos -técnicamente, cancelación de la clasificación-,
cuya divulgación, adelantada anoche por la Cadena Ser, ya no representa una
amenaza para la seguridad nacional o la defensa del Estado ni vulnera la
intimidad de las personas. La propuesta quedó aparcada debido a la inminencia
de las elecciones, pero las fuentes consultadas subrayan que el trabajo ya está
hecho y corresponderá al próximo Gobierno decidir si da luz verde a su
difusión.
Los informes ya no afectan a la seguridad nacional, según los expertos
Entre los miles documentos listos para ser conocidos figuran, por
ejemplo, boletines de radioescuchas, actividades clandestinas y emisiones de
Radio España Independiente (1946-68), espionaje, actividades inglesas y
americanas (1944-1945), repatriación y licenciamiento de las unidades
expedicionarias de las provincias de Ifni y Sáhara (1956-1968), procedimientos
por masonería (19401945), los planes de defensa de los Pirineos (1939-55), las
dotaciones de los buques de guerra italianos y alemanes en puertos españoles
(1940-46) o entregas de material aéreo por EE UU (1955).
En España no existe, como en la mayoría de los países occidentales,
un mecanismo periódico de revisión y desclasificación de documentos, por lo que
el sello de secreto se convierte en un cerrojazo casi perpetuo. El reglamento
de la preconstitucional Ley de Secretos Oficiales, de 1968, preveía que las
mismas autoridades (militares) que podían clasificar documentos determinaran su
reclasificación o desclasificación, "a los efectos de evitar la
acumulación excesiva de material calificado". Esta previsión nunca se ha
puesto en práctica, lo que ha producido la anunciada acumulación.
El acceso depende ahora de la buena voluntad de los jefes de los archivos
Se da la circunstancia de que los informes secretos están
depositados en archivos militares, cuya principal función, además de la propia
conservación de los documentos, es facilitar su libre acceso y consulta por
parte de ciudadanos e investigadores, según la Ley del Patrimonio Histórico
Español. En la práctica, la posibilidad de consultar estos documentos depende
de la buena voluntad de los responsables de los archivos, lo que da lugar a una
notable inseguridad jurídica, cuando no arbitrariedad. Además, muchos
documentos no están clasificados uno a uno, sino de modo genérico, lo que añade
incertidumbre.
Para poner fin a esta indefinición y desatascar el problema, Defensa
ha preparado la desclasificación de aquellos bloques o materias que no
incluirían documentos individuales que puedan afectar a la seguridad del
Estado. Aun así, el acuerdo preparado para el Consejo de Ministros preveía un
plazo de tres meses para identificar los documentos y ponerles el
correspondiente sello de desclasificado antes de su libre consulta.
El Ejecutivo aparcó en octubre el procedimiento por las elecciones
En total, los documentos afectados por el acuerdo -que Defensa
reconoce que no puede cuantificar con exactitud, pero cifra en unos 10.000- se
agrupan en 41 bloques referidos, entre otros temas, a la organización y
despliegue de unidades del Ejército durante la Guerra Civil; campos de
concentración, batallones de trabajo, arrestos, denuncias, deserciones;
documentación de las Fuerzas Militares en Marruecos, política en el
protectorado español, información de las zonas española, francesa y cabilas;
documentación de la Armada de los dos bandos de la Guerra Civil o en la Segunda
Guerra Mundial, etc.
La mayoría están dispersos en los ocho archivos históricos de los
Ejércitos y 17 archivos intermedios, correspondientes a los cuarteles generales
y las circunscripciones militares, a los que ha venido a sumarse el recién
creado Archivo General e Histórico de la Defensa.
La desclasificación en bloque supone, en todo caso, una solución
parcial, a la espera de que una reforma de la ley de secretos oficiales o una
nueva ley de transparencia informativa fije un procedimiento reglado con vistas
al futuro.
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