RECUERDOS   Y   RELATOS                                
Valencia - Cádiz - Las Palmas - Sidi Ifni.
La aventura  de aquella Mili, que al final se convertiría  en una terrible odisea comenzó en Valencia,  de donde salimos  con destino Cádiz. El tren era de aquellos con bancos de madera en ángulo recto enfrentados aunque  casi no los usamos, pues como el tren paraba en todas las estaciones (porque era lo normal y por ir recogiendo reclutas) nos apiñábamos en la ventanilla, así las “chavalas” que estaban en el andén salían bien piropeadas…  o salvajemente  aduladas. Decir como excusa a tanta fogosidad que los vagones  estaban repletos de reclutas de 20 años
.Llegamos a Cádiz,  tras muchas horas de tren, nos dirigieron al cuartel de transeúntes que estaba situado en una fortificación a orillas del mar donde nos emplazaron en un amplio “dormitorio” con colchonetas en el suelo. Algunos olores pueden determinar el lugar, en este caso era  de pies, de ventosidades,  de alientos,  de colchonetas de paja ya antigua, olía a  cuartel  que sería lo propio de la mili que comenzaba. Estuvimos unos días pateando la ciudadesperando embarcar rumbo a Las Palmas.  Recuerdo algo que me pareció curioso. Fue que en los bares  compartían el local con pescaderías  donde comprabas las quisquillas que llevabas a la barra del bar para adjuntarlas a la bebida.
Llegó el día de embarcar  y nos agruparon en la bodega de un buque de transporte de carga que se llamaba  Vicente  Puchol. Lo terrible fue meterse en el Atlántico con mar gruesa. Aquel barco no era poca cosa, pero subía y bajaba a capricho de las olas,  se escoraba a izquierda  y a derecha. Yo había hecho alguna travesía en barco y más o menos  lo toleraba aunque estaba “acojonado” pero la visión de la mayoría era dantesca (muchos eran la primera vez que veían el mar).  Los vómitos estaban por doquier, los rostros amarillentos, rendidos, se deslizaban por el suelo  por el movimiento del barco, yo recuerdo haberme sujetado a unos tubos junto con otros.  Llego un momento en que el mar se había tranquilizado un poco y nos hicieron subir a cubierta donde nos dieron algo de comer. Aquello ya era otra cosa. Pasaron un par de horas,  cantamos alguna que otra canción pero… parece que los mandos querían “putearnos” pues   nos dijeron de coger la maleta y estar preparados porque en alta mar íbamos a hacer un transbordo a un guardacostas de la armada. Así que llegó  se acercaron ambos,  el guardacostas era más alto y lanzó unas redes de asalto hasta la cubierta del Vicente Puchol, los barcos igual estaban juntos que se separaban.
 Habría que imaginarse como subimos a la otra cubierta por una red de asalto y con una maleta. Lo hicimos,  y conforme íbamos terminando la  escalada nos amontonaron en una bodega donde uno vomitaba encima y el de bajo en la cara del otro. Recuerdo que unos marineros con una manguera nos baldearon, después nos dieron unas toallas y una vez presentables nos dieron muy bien de comer, bebida  y tabaco. Habíamos pasado  una primera fase con aprobado, todo fue ya hasta una aventura memorable. Llegamos a la isla de Hierro y nos dejaron bajar a tierra a estirar las piernas  un rato y de nuevo embarcar hacia Las Palmas. Llegados a Las Palmas nos agruparon en un cuartel  donde  ya empezamos a tener  que ir asimilando la disciplina de cuartel. Pasado unos días embarcamos de nuevo en un barco de la armada que nos tenía que llevar al fin del destino, Sidi Ifni (capital del territorio, de Ifni).
Desembarcar en Sidi  Ifni  era  harto difícil. No había puerto y el mar en la playa estaba casi siempre   cabreado con enormes olas, así que estuvimos un par de días para “desembarcar”
A  la tragicomedia del viaje le faltaba la “guinda”. Tres días después de estar fondeados a más de 300m. de la costa decidieron como forma habitual el acercar unos viejos anfibios y desde el costado del barco lanzaron unas redes de asalto hasta la cubierta del anfibio  que bailaba al  son   de  olas. De nuevo había  que bajar con la maleta (yo como otros usamos la correa  para llevar la maleta de bandolera), alguna que otra caída, algún que otro hueso roto. Llegar a la playa y  tocar tierra tenía que hacerse  con el agua hasta la rodilla y bien mojado para al fin  ¡SIDI IFNI!   
Fue en 1963 que decidieron tras algún que otro accidente mortal trasladar la tropa en avión 

DE LA WEB DEL RINCON DE IFNI



Burriana honra la memoria del soldado Joaquín Fandos Martínez 


con una calle a su nombre 


Vicente Felis fue quien inició los trámites para la repatriación de sus restos en 1969, con motivo de la entrega del territorio a Marruecos, que recibieron cristiana sepultura en el Cementerio Municipal derriana honra la memoria del soldado Joaquín Fandos Martínez con una calle a su nombre
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Escrito por La Plana al día  
miércoles, 18 de marzo de 2015
Fuente: La Plana al día

"Soldado Joaquín Fandos Martínez. Baja en combate (Ifni, 1957)". Este es el texto que ilustra la placa inaugurada a primera hora de la tarde de hoy y que da nombre a una nueva calle de Burriana -ubicada junto a la plaza de l'Hereu-, dedicada al joven soldado burrianense que perdió la vida en una guerra olvidada y cuya memoria perdurará ahora también en su ciudad natal.
El acto, sencillo pero emotivo, ha reunido a las autoridades municipales, militares y de la Guardia Civil, y a familiares de Joaquín Fandos, así como al Embajador de España de origen burrianense, Jorge Fuentes Monzonís-Villalonga; al diputado provincial de Cultura, José Luis Jarque y a las reinas falleras y sus cortes de honor.
Burriana honra la memoria del soldado Joaquín Fandos Martínez con una calle a su nombre.
Burriana honra la memoria del soldado Joaquín Fandos Martínez con una calle a su nombre.
El instructor del expediente, el concejal Enrique Safont, ha abierto el acto y ha dado la bienvenida a los familiares y a todos cuantos se han desplazado hasta Burriana para celebrar este homenaje. Posteriormente, tras el descubrimiento de la placa y la colocación a los pies de la misma de una corona de laurel, ha intervenido el burrianense Vicente Felis, que compartió con Fandos destino en Ifni en la brigada de transmisiones.
Felis, que fue quien tramitó la repatriación de los restos del soldado, ha tenido un recuerdo emocionado para quien fue su amigo y compañero de filas. De él ha destacado su actuación heroica, su carácter sencillo como hombre de campo, su espíritu de servicio, su valentía y su compañerismo.
También ha evocado la figura de Asunción Martínez, la madre de Joaquín, que perdió a su marido en la Guerra Civil y a su hijo en otra guerra, "y que no tuvo nunca palabras de reproche". Asimismo, considera un orgullo para Burriana, para los burrianenses y para su familia el homenaje que el 13 de febrero brindó a Joaquín Fandos el Regimiento de Transmisiones número 22 en el acuartelamiento Capitán Sevillano de Prado del Rey (Madrid), donde el nombre de Fandos figura en un edificio, en el monumento a los caídos y también en un premio con el que cada año se reconoce al mejor soldado de tropa.
El general jefe de la Brigada de Transmisiones y comandante militar de la zona de Valencia y Castellón, Vicente Ripoll -en representación del Ejército de Tierra-, ha dado las gracias al pueblo de Burriana por este reconocimiento a Joaquín Fandos y, especialmente, a Vicente Felis "por haber alimentado la luz de su memoria durante tantos años". Ripoll ha recordado a todos los caídos y ha destacado la importancia y el ejemplo de todos cuantos han precedido a los actuales militares y han dado su vida por defender España.
El acto lo ha cerrado el alcalde, José Ramón Calpe, quien ha reconocido que fue una grata sorpresa conocer la intención del Ejército de homenajear a Joaquín Fandos, "cuya historia ya conocía gracias a Vicente Felis, que ha sido su memoria en la ciudad". En este sentido, ha relatado cómo el propio Felis, en una visita al Congreso de los Diputados, se dirigió a los allí presentes para recordar que en ese día se cumplían 50 años de la muerte de Fandos "e hizo llorar a la guía del Congreso con su emotivo discurso. Ahora esa memoria ya no es sólo de Vicente, sino colectiva, y esta calle será testimonio de ello".
El primer edil ha afirmado que Burriana cuenta con muchos hijos ilustres, pero pocas ocasiones como esta para destacar el ejemplo de uno de ellos, Joaquín Fandos, "que hubiera podido estar hoy aquí en esta Burriana actual que no llegó a conocer por el cumplimiento de su deber", antes de finalizar el acto con vivas al Rey y a España.
Biografía

Joaquín Fandos Martínez nació en Burriana el 9 de diciembre de 1935, hijo de Joaquín Fandos Esbrí y Asunción Martínez Ramón. Con menos de un año de edad perdió a su padre, asesinado durante los primeros compases de la Guerra Civil.
Después de finalizar sus estudios básicos, se dedicó a las tareas del campo y, posteriormente, ingresó en el Ejército como soldado de reemplazo en 1956 y fue destinado al África Occidental Española (Ifni). Allí, como soldado de transmisiones, cayó abatido el 29 de noviembre de 1957 durante un ataque a las posiciones españolas en Telata, mientras cubría el lugar de un compañero.

IFNI 1957-58
La Reserva en la "Operación Diana".

El 31 de enero de 1958 se efectuó una rectificación de la linea defensiva de Sidi Ifni, y para ello se tenía previsto ocupar las cotas "D" y "E", ya que éstas ofrecían una mayor seguridad en el cierre de las probables cotas de penetración del enemigo.



La Agrupación Táctica "Noste", al mando del teniente coronel Antonio Delgado Álvarez, tenia bajo su mando el IV Tabor de Tiradores, la I Bandera Paracaidista del Ejército de Tierra y el II Tabor de Tiradores, el cual llevó a cabo un fuego de protección a esta columna.

La Agrupación Táctica "Sur", compuesta por la VI Bandera de la Legión, el Batallón Expedicionario "Soria", 9, la II Bandera Paracaidista del Ejército de Tierra y el Batallón Expedicionario "Cádiz" 41, que seria el que apoyó con su fuego la misión de esta columna "Sur", y la Reserva estaba constituida por el Escuadrón Paracaidista del Ejército del Aire, al mando de su teniente coronel (hoy general, Mariano Gómez Muñoz), y las compañías l la, 12' y 13' del III Tabor del Grupo de Tiradores de Ifni, y además la 4° y 5" Compañías del I Tabor de Tiradores.

A las 8.15 horas, denominado Hora?H, todas las unidades realizaron el avance desde las bases de partida con el fin de alcanzar los objetivos designados de esta operación.

Dos horas después del inicio de la Hora H, a las 10.30, los tiradores se reunieron ante un nutrido fuego de fusilería y ametralladoras, que provenía desde la cota "249", pero la reacción no se hizo esperar. Los tiradores, con el mayor coraje y acometividad se lanzan al ataque apoyados con fuego de morteros, y aunque el éxito estaba garantizado, la 23' Compañía tuvo dos muertos y un sargento y un tirador heridos. Aunque el enemigo resistió con dureza, la 23" Compañía los hizo poner en fuga. Este comportamiento tuvo la satisfacción de que por el mando la 23' Compañía recibió una felicitación.
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La 22' Compañía, a pesar de recibir un intenso fuego enemigo, continuó la progresión hasta conseguir conquistar la Cota "249", y en este duro combate tuvo que pagar un alto precio: dos soldados muertos y ocho heridos. Días después el enemigo, el 3 de febrero de 1958, desató un ataque en el cual se llegó a tener que expulsarlos a unos 40 metros de las líneas españolas. La respuesta por parte de las fuerzas españolas fue abrir fuego de mortero de 91 mm., lo que hizo retroceder al enemigo en precipitada huida, dejando sobre el terreno numerosas bajas. Por parte española, dos cabos de tiradores muertos y un soldado del IV Tabor y nueve tiradores heridos, así como tres legionarios de la VI Bandera y tres soldados de la Compañía Expedicionaria de Zapadores, 6, de San Sebastián.

Con esta operación, en la cual participó al mando de tres compañías de tiradores el comandante Alberto Arellano Carreras, se amplió la defensa de la ciudad de Sidi Ifni con un perímetro de unos 6 kilómetros, que así finalizaría hasta la entrega a Marruecos en 1969
                 LA  INDIGNIDAD DEL MINISTERIO DE DEFENSA


El rey de España es el jefe de ESTADO del país, símbolo de su unidad y permanencia, a quien corresponde arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones y representar al Reino de España, además de ejercer las funciones que le atribuyan expresamente la Constitución y las leyes.3 4 Es también comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, y como tal, capitán general de los Ejércitos, y ostenta el alto patronazgo de las Reales Academias.




 De nuevo un correo del amigo Ángel López. En esta ocasión, creo que para todos, donde nos  explica los muchos pasos que tiene que dar para  conseguir personalmente el dignificar a su hermano en la familia,  ajeno el ESTADO de tamaña indignidad. Recuerdo la frase de aquella madre a la que le pedían el sufragar los gastos del traslado de los restos mortales de su hijo  “vosotros os lo llevasteis, vosotros me lo tenéis que devolver”
No sé, si al Ministerio  de Defensa el Jefe del ESTADO pueda insinuar al menos, que lo que no realizan es vergonzoso. Igual le hacen caso para Ángel y para los Veteranos de la nefasta y absurda guerra de Ifi Sahara
                                                                       Adolfo



Amigos, solamente daros noticia de que ya tengo en mi poder las cenizas de mi hermano Luis, el del Grupo de Policía nº 1 de Ifni.
Parodiando la terminología militar, "operación rescate positiva" -1ª fase, porque sigo peleando por la documentación que va apareciendo "reservada".
Si os digo que penoso, me quedo corto; pude descender a la cripta, presenciar cómo se abría la tapa de un gran hueco rectangular con tres cajones dentro, uno identificado como de mi hermano.
Se nota que la tarea de exhumar y embalar los restos en el 69 la hizo tropa o como mucho un sargento/persona, es decir con humanidad.
Era un cajón de madera (aprox 040x060x070) bien armada y dentro un revestimiento de cinc para los restos perfectamente apilados. Por fuera una chapa atornillada con su nombre y una cruz.
Sin embargo, la idea de soterrar los nichos en una zona tan húmeda debe corresponder a un ilustrado. La madera de la caja se desmoronó sola.
En fin, vino un teniente que despachó el asunto sin más, ni un documento, acta o parecido, como si no fuera con ellos.
Me queda, como os digo, perseguir la documentación (reservada, judicial, me da...) donde este y escribir al Rey y al Ministro pidiendo el resarcimiento material y de la dignidad sustraída.
Ya os cuento. Decidme si os merece interés algún apunte de esta experiencia, por que pueda servir a alguien.

A vosotros, gracias por la ayuda y un abrazo. Ángel López Aguado.

REPORTAJE ESCRITO EN EL DIARIO MUNDO HACE ALGUNOS AÑOS AUNQUE AUN ES VALIDO PARA LA HISTORIA



Los legionarios españoles calzaban alpargatas para combatir en un terreno de arena y piedras

, La guerra que nunca se declaró y cuyo sello de paz oficial jamás fue estampado duró unos ocho meses. La noche del 23 de noviembre de 1957 estuvo a punto de ocurrir un desastre parecido al de Annual de 1921. Estaba todo dispuesto para que guerrilleros marroquíes controlados secretamente por el actual rey Hassán, entonces príncipe heredero, asesinaran en sus casas a todos los habitantes de Sidi Ifni y que tomaran todos los fortines del interior del territorio. La indiscreción de la cuñada aldeana de un policía nativo y la fidelidad de éste a su capitán evitaron la tragedia: le advirtió del ataque previsto. El periodista Jos Martín recuerda que su padre le contaba siempre cómo de madrugada se le presentó un soldado con un extraño y urgente mensaje: "¡Sin novedad, mi capitán: han matado al centinela!".

El asalto al polvorín y la toma de la ciudad fue un fracaso que se saldó con un puñado de muertos, pero todos los puestos del interior quedaron asediados. Son terribles las historias que han contado los supervivientes que durante unos diez días estuvieron cercados, hasta que las fuerzas paracaidistas recién creadas y los legionarios consiguieron liberarlos. Muchos de estos liberadores murieron en el empeño, como muchos de los asediados, y algunos nombres se conservan en el recuerdo y en el afecto de sus familias: el alférez de las Milicias Universitarias Rojas Navarrete, el teniente Ortiz de Zárate...
Pero la censura fue tan férrea que ni los habitantes de la capital ifneña llegaron a saber lo que sucedió en las guarniciones del interior; ni siquiera, en realidad, los mandos militares, a juzgar por cómo actuaron. Los poquísimos historiadores que se han acercado a aquellos sucesos -militares todos- se sorprenden de que un gobierno militarista como el de Franco tuviera a su ejército en tan patéticas condiciones. Las dolorosas anécdotas son innumerables. El primer muerto ilustre, el comandante Álvarez Chas, cayó al mar en un viejo Heinkel 111, con toda su tripulación, por un error en el momento del aterrizaje. "En el aeródromo existían todas las marcas posibles de whisky, pero faltaban elementos de guía a la navegación", cuenta un testigo.
Resultó que aquel glorioso ejército carecía de casi todo: los aviones eran antiguallas de los años treinta; los Junkers que Alemania había enviado a comienzo de la guerra civil, a falta de bombas lanzaban bidones de gasolina provistos de un sistema de explosión artesanal ideado por un teniente; los legionarios calzaban alpargatas para combatir en un terreno abominable de arena y piedras; cargaban todavía con una manta y su ración alimenticia se reducía muchas veces a un chusco y una lata de sardinas; para socorrer a los asediados se les lanzaba el agua dentro de neumáticos de camión, a falta de envases mejores, que reventaban al llegar al suelo; la puntería de los aviadores era tan mala que disparaban contra soldados propios que salían desesperados de los fortines en busca de agua y comida; para las comunicaciones, se usaban radios de carga a pedales... Una pobre defensa llevada a cabo con "vieja chatarra cuidadosamente remendada", como escribe el general Casas de la Vega.


En los sesenta, Sidi Ifni floreció como nunca y los militares cobraban tres veces su salario


A todas aquellas desdichas se añadió un tiempo tan malo, con lluvias y mar agitado, que el enclave estuvo casi un mes sin poder recibir ayuda de Canarias. Muchos civiles tuvieron que formar parte de somatenes para vigilar la ciudad por la noche, incluido en un llamado Batallón de la gabardina, incluso al lado de un puñado de periodistas del régimen que fueron enviados para cambiar la realidad por crónicas literarias... Escaseaba la comida, proliferaba la epidemia de gripe. Las bandas marroquíes dominaron en seguida todo el territorio y consiguieron incluso golpes notorios, como la aniquilación de casi una bandera de la legión, con 97 bajas (42 muertos), en Edchera, en el territorio sahariano, el 13 de enero del año 58... Franco, mientras tanto, disculpaba a su "hermano" el sultán Mohamed V, que había logrado la independencia de Marruecos un año antes, y hablaba como siempre de las asechanzas del comunismo internacional. Pero las Bandas atacantes, unos 5.000 hombres perfectamente organizados y pertrechados en formaciones guerrilleras, eran gente enmascarada de un ejército oficial marroquí al que el propio Franco estaba regalando armas y municiones. Más aún: muchos de sus oficiales habían estudiado en

 la Academia de Zaragoza

.Así se mantuvo durante 11 años, y con la ridícula categoría de provincia española, la número 51. En las Cortes franquistas aparecían baamaranis de Ifni y saharauis de la otra provincia, Sahara Occidental, ataviados con vistosos uniformes, a cobrar la paga y a preparar las últimas traiciones cuyas consecuencias todavía colean en el Sahara Occidental, después de la famosa Marcha Verde de 1975. Aquella mañana del 30de junio de 1969, va a hacer veintinueve años, se arrió la bandera de España del mástil de la plaza del mismo nombre (hoy plaza de Hassán II). Unos meses antes ya se habían embarcado los restos de los caídos y hasta las cruces que presidían sus tumbas en aquel cementerio que durante la guerra se iba agrandando de noche sin que los civiles de Sidi Ifni supieran por qué. Algunos oficiales lloraron, y también mucha gente de Ait Ba Amrán. La autoridad obligó a todos los civiles a salir de allí, a todos. Pagaron cien mil pesetas a cada uno para que rehiciesen su vida en otra parte.
Pero en esos últimos 11 años, en los sesenta, la ciudad todavía asediada brilló como un insólito paraíso. No había riqueza alguna, pero el gobierno asfaltó calles, levantó y pintó casas, construyó un extraño e ingenioso puerto a golpe de millones (puerto que los marroquíes abandonarían enseguida). Sidi Ifni floreció como nunca: los militares todavía salían a caballo a cazar gacelas, cobraban su salario hasta multiplicado por tres, paseaban con uniformes blancos, se casaban con gran boato, multiplicaban las fiestas, las partidas de póquer... Y los pocos civiles que completaban la población española vivían como en una película. Mientras, seguía siendo muy dura la vida en la península.
Un poco,  o mejor, un mucho de vergüenza, si tengo, de vivir en una España dirigida por mediocres. No se salvan los "escribidores” de  nuestro Ministerio de Defensa, que desconociendo nuestra historia militar tienen un batiburrillo mental  donde  la absurda guerra de Ifni Sahara  la centralizan   en  Sidi Ifni
 Seguro que en la academia militar del ejército  la  “campaña” de Ifni Sáhara la estudian desde la victoriosa salida de Sidi Ifni por imperativo legal de la ONU  en una “RETROCESIÓN” en 1969. Siendo que el territorio de Ifni estaba ocupado por Marruecos desde el 23 de noviembre de 1957 se hizo un arreglo  para tapar las vergüenzas del Estado Español saliendo de Sidi Ifni victoriosos, entonando el  himno sacrosanto del deber de la patria y del honor. Al abandonar Sidi Ifni como  Ifni  quedo como si fuera el territorio. Así hoy 57 años después los militares  de mediana  edad  EL  SAHARA  e IFNI lo sitúan en SIDI IFNI.
En Sidi Ifni la única campaña que hubo  fue la de la Navidad de 1957 amenizada por las hermosas piernas de Carmen Sevilla y un Gila sin la camisa roja contando en sus chistes lo que estaba ocurriendo en las montañas cercanas del territorio de IFNI. Fue una guerra de chiste donde se moría               


 Adolfo

CON UN BONITO ARTÍCULO NOS INVITA NUESTRO BUEN AMIGO PABLO A SU WEB ( NUESTRA CASA) EL RINCÓN DE SIDI IFNI.


  


               

Bienvenidos a El Rincón de Sidi Ifni
Escrito por Pablo Vázquez Ramírez          
Sidi Ifni

                          "Mi infancia son recuerdos de un patio de Sevilla,
                            y un huerto claro donde madura el limonero;
                               mi juventud, veinte años en tierras de Castilla;
                          mi historia, algunos casos que recordar no quiero."

                                                                           Antonio Machado.



Nunca he sido poeta, ni he tenido mano para los versos, pero hoy, pensando en aquellos días de mi infancia ya tan lejanos, me vienen a la mente los versos del poeta y me invade la nostalgia. Los culpables... los recuerdos. Recuerdos del olor a pinchitos en las fiestas del 6 de Abril; de una montaña que, a mis ojos de niño, parecía un gigante; de una playa a la que siempre quería ir; de una plaza con una estatua enorme, con unos signos que aún no acertaba a descifrar; de la panadería de mi abuelo Luis; de un colegio al borde del acantilado, en el que muchos perdimos una pelota en el recreo; de mi padre vestido con el uniforme caqui de la policía; del almacén que tenía en la calle 6 de Abril, con su montaña de cajas de Coca-Cola; de mis amigos y compañeros de juegos, de Joaquín Gallardo (q.e.p.d.), de Segundo Barber, de Manolo Nogales, de Miguel Antón, de Maribel Pérez, de Paco y Margarita Mérida, y de otros muchos de los que el tiempo ha borrado sus nombres de mi memoria, pero no su recuerdo.

Sidi IfniAhora, ya de mayor, disfruto con estos pensamientos y sensaciones. Pero, ya se descifrar esos signos que había en la estatua, y ya soy capaz de ver más allá de la mirada de un niño. Y veo un pueblo que necesita de sus hijos, de los que nacieron allí y de los que fueron adoptados por Ifni. Sí, habéis leído bien, porque aquella tierra era capaz de adoptar a los hombres y mujeres que recalaban en ella. Muchos, obligados a ir a un rincón perdido de África, salieron de sus casas con lágrimas en los ojos, pero volvieron también con lágrimas, al partir de una tierra que embruja a todo el que la pisa.

Por todo esto, me he decidido a lanzar este pequeño portal, para que, con tu ayuda, podamos recordar y a la vez mirar al futuro, sin complejos, sin reproches, sin prejuicios, solamente con nuestros sentimientos por una tierra que sigue estando en nuestros corazones.

Sidi IfniTe animo a que cierres los ojos durante unos instantes, y escojas el Rincón de Ifni que más te guste y te sientes un momento,  el Zoco Viejo, la calle 6 de Abril, el Faro, la Barandilla, la Playa, el Cuartel de Tiradores,..., elige el que quieras. Siéntate un rato allí y recuerda, recuerda esos momentos que pasaste en ese lugar, con sus alegrías, con sus tristezas. Pero... ¡espera! no te levantes aún, abre los ojos y mira ahora, mira a las gentes que, como muchos de nosotros, nacieron y viven allí. ¿Los ves?, seguro que si, ves entonces que te están mirando, preguntándose quién eres, acércate y tiéndeles tu mano, preséntate y diles: "Hola, soy tu hermano, yo también soy hijo de Ifni".

Este sitio está dedicado a todos aquellos que, por cualquier motivo, han tenido, tienen o tendrán algún tipo de vínculo con esta tierra africana, especialmente a mi abuelo Luis y a mi padre, que un día ya lejano, recalaron en ella y la hicieron su hogar.

Os doy la bienvenida a este Rincón de Ifni en Internet, con la esperanza de que os sirva, al menos, de entretenimiento. Aprovecho para deciros que este sitio no es solo mío, también es de todo aquel que quiera participar en su construcción, aportando ideas, noticias, enlaces, artículos,..., en fin, cualquier cosa que creáis interesante y que pueda ser expuesta y compartida en él.


Un fuertoe abrazo.  Pablo