Escrito por El Raspeig   
martes, 29 de abril de 2014
Fuente: El Raspeig

Del 8 al 31 de mayo se realizará una exposición de 50 fotografías que nos enseñarán la imagen más cruda de la Guerra de Ifni.

Las instantáneas corresponden al periódo de 1957 al 1969, fecha en la que se abandonó Sidi Ifni.
Complementando esta exposición de imágenes el día 30 de mayo a las 20 horas en la sala Ramón Llull el campellero Adolfo Cano, excombatiente de la guerra de Ifni, condecorado con la medalla de la campaña Ifni Sahara, nos hablára de esta contienda.
"La guerra que no existió", fue en realidad la última guerra colonial entre España y Marruecos, es por lo que por ser un tema tan poco conocido, Adolfo ha preferido exponer las fotografías el día 8 de mayo, para que se pueda tomar conciencia de aquellos hechos, que por vergonzosos, trató de ocultarlos el franquismo al igual que los posteriores gobiernos democráticos por no molestara Marruecos.
Así expondrá el día 30 de mayo en conferencia, un análisis que se puede acercar al máximo a la realidad de los hechos acontecidos en aquella nefasta guerra, que en cien días nos costo: 300muertos, mas de 500 heridos (muchos mutilados por vida) 80 “desaparecidos” de los cuales 42 fueron hechos prisioneros y el resto muertos dejados en el territorio de Ifni sin recibir sepultura (el territorio de Ifni fue ocupado por Marruecos militarmente desde el 23 de noviembre de 1957) Los cuerpos nunca se recuperaron.
El veterano de la guerra de Ifni Adolfo Cano nos dice que el motivo de esta exposición - conferencia no es otro, que el de poner el granito de arena para que la guerra de ifni Sahara ocupe el lugar que le corresponde en nuestra historia como así lo es, la marcha verde o el islote de perejil

FRANCO , CARRERO BLANCO Y LA GUERRA DE IFNI


La Dirección General  de Marruecos Plazas y Colonias,  era competencia del Ministro de  Presidencia, cartera que desde 1951 la ostentaba el Almirante   Carrero Blanco. La situación  planteada en Ifni por Marruecos  en noviembre de 1957, venia de la “cosecha” habida, al dejar  plantar la simiente en todo el  AOE, cuando Francia en 1953 deporta  a Mohamed V. a Madagascar.  Como Franco no está de acuerdo,  por los lazos de confraternidad que le une con el monarca alauita hace que Carrero Blanco permita, sin valorar consecuencia que el EL “se pasee” por todo el AOE  incluso, permitiendo  abrir una oficina en el mismo  Sidi Ifni.  El  Ejercito de Liberación  (Isticlal)   capitaneado por un antiguo legionario francés llamado Ben Hammu (a las ordenes del príncipe Muley Hassan)  pone como pretexto,  el   incordiar a Francia en Mauritania cosa que a España como ingenuamente piensa que  no le implica,  deja hacer. De aquellos vientos,  vinieron las tempestades habidas en nuestras colonias. En Ifni  hubo  una guerra y una rendición y como responsable por lo que se pudo haber evitado si el Ministro de Presidencia hubiera sido otro.  Cuando el General Zamalloa fue a Madrid a explicar la realidad de la situación le dijeron, que lo que tenía que hacer es volver a Ifni y limpiar el territorio de cuatro “moros malos” (según Carrero Blanco) sin molestar al restituido rey Mohamed V.

La candidez del marino y la preñez de africanismo de Franco hicieron que algo que no debió ocurrir, nos costase una vergonzosa derrota y como rendición donar  la zona de Tarfaya  y mirar para otro lado por el territorio de IFNI ocupado militarmente por Marruecos, amén de muertos,  heridos, heridos mutilados por vida, prisioneros… secuelas que aun prevalecen

                                                                          Adolfo Cano

CUANDO A FRANCO le comunicaron que los guerrilleros del Ejército de Liberación habían lanzado un ataque general contra Ifni, ordenó al almirante Carrero Blanco, entonces ministro de la Presidencia, evitar a toda costa un baño de sangre que provocara la guerra con Marruecos. Esa idea ya venía siendo repetida por Carrero en sus misivas a los sucesivos gobernadores del África Occidental: "El Ejército de Liberación es un instrumento de la URSS, con el que persigue crear dificultades a los occidentales en África", le escribió el 21 de marzo de 1957 al entonces gobernador, el general Ramón Pardo de Santayana. "Nos interesa conservar nuestro territorio sin crear dificultades a nuestras relaciones con Rabat y nos conviene acabar con el Ejército de Liberación sin llegar a una situación de guerra, con una activa política de desprestigio", informando a "nuestros indígenas" de que sus integrantes "son unos malos musulmanes que sirven a Rusia, enemiga de Dios, y que son traidores al sultán".

La realidad tenía poco que ver con lo que escribía el almirante. El Ejército de Liberación estaba formado por miembros del partido nacionalista Istiqlal, era respaldado por el sultán Mohamed V y estaba dirigido desde la sombra por el príncipe Muley Hassan, que cuatro años más tarde subiría a trono con el nombre de Hassan II. Su jefe directo era un antiguo mercenario de la Legión Extranjera francesa llamado Ben Hamú. Los rebeldes habían instalado su cuartel general en la localidad marroquí de Gulimín, fronteriza con Ifni y a 50 kilómetros de Sidi Ifni. Eran entre 4.000 y 5.000 hombres y mantenían sitiado el territorio. Los soldados españoles encargados de defenderlo no llegaban a la mitad: eran menos de 2.000.

Los primeros heraldos de la guerra habían aparecido en enero. El día 29 de ese mes, los rebeldes arrancaron 50 metros de cable telefónico y dejaron incomunicado el puesto fronterizo de Tiliuín, al sur. A primeros de marzo, una bomba mató a un niño e hirió gravemente a su madre en Zoco el Arbag. El 6 de mayo mataron a tiros a un alférez indígena de la policía; el día 7, a un sargento, y el día 9, a un agente. El 12 de junio, en la calle principal de Sidi Ifni, asesinaron de un tiro en la espalda a un capitán de Tiradores de origen marroquí. El día 18 cortaron las comunicaciones telefónicas entre la capital y el puesto de Telata de Isbuía. El 10 de julio fue hallado el cadáver de un policía indígena. El 18 de ese mismo mes ardieron misteriosamente 80.000 litros de gasoil almacenados en la playa de Sidi Ifni. El 10 de agosto, una patrulla española fue tiroteada cuando intentaba reparar la línea telefónica cerca de Tiguisit. Y el 16 de agosto se produjo el primer enfrentamiento armado entre los soldados y los rebeldes marroquíes: una columna que volvía a Sidi Ifni repelió una emboscada cerca de la capital. Cuatro rebeldes murieron y un español resultó herido

RECUERDOS


18 de julio de 2010. 00:09h José Aguado.  Madrid

Fuimos a recuperar una posición, pero nos atacaron. A mi compañero le alcanzaron. ‘‘Me han pegado un tiro en el pecho, dame un cigarrillo'', me pidió.  ‘‘¿Cómo te voy a dejar fumar ahora?''. ‘‘¡Dámelo, me cago en la leche''». Suena a película de acción, pero es el relato de Francisco Aznar Navarro, paracaidista español: «Se lo di, se lo fumó tan tranquilo y al final, mi compañero sobrevivió». Francisco recuerda perfectamente la escena que vivió a finales de 1950. Con la edad, el pasado lejano se acerca, mientras que el presente se difumina con mucha más rapidez. «Recuerdo también como se llevaban a los muertos en burros, envueltos en fardos de lona. Aquello me causó un trauma, me ha impresionado toda la vida». Francisco podría seguir contado historias durante todo el reportaje. Las guerras no se olvidan. O eso cree él y sus compañeros, que estuvieron en Ifni y en el Sáhara.


Porque allí hubo una guerra, aunque sólo se acuerdan los veteranos. Ya son mayores y como reconoce uno: «Vamos quedando menos». Sin ellos, se acabará la memoria de una guerra que casi nadie quiere recordar. Oficialmente la guerra, o el «incidente»comenzó el 23 noviembre de 1957, cuando los guerrilleros marroquíes intentaron asesinar a todos los oficiales españoles de Ifni. Un chivatazo impidió la masacre.  Cuando es atacada por medio de una batalla de guerrillas, España, en vez de defender todo el territorio, decide crear un perímetro cerca de la ciudad de Sidi Ifni, para protegerse mejor. «Lo que se hizo fue lo más "inteligente": replegarse y defender el núcleo principal y cuando puedes, te recuperas»,("nunca se pudo, ni se intento") asegura el coronel de Intendencia retirado Leopoldo Muñoz, presidente de AME. España y Marruecos firmaron el 1 de abril de 1958 los acuerdos de Angra de Cintra. Además, del Sáhara, la administración de España sobre el territorio de Ifni era efectiva sólo en las inmediaciones de la capital, Sidi Ifni, que hasta 1969 fue una provincia española. Ese año, se cede a Marruecos. El Sáhara tardó más.Desde ese año, se ha tendido un silencio, como si España se avergonzase de aquella guerra, de la que entonces se habló como pequeños enfrentamientos y de la que ahora ni siquiera se habla. «Sucede un poco como con la División Azul. Cuando hay un cambio de régimen también se quiere olvidar lo que sucedió en él. Es una actitud de los gobiernos actuales a partir de 1975», continúa el coronel Leopoldo Muñoz: «Es un olvido interesado con el fin de sustraer al ejército del pueblo. También es político, no se quiere molestar a Marruecos. Se prefiere ignorar lo que sucedió allí».

LA SEMANA SANTA

                                                                                                         Adolfo Cano

DESFACEDOR

De cierto es, que la lucha con los molinos de viento, convirtiéndome en un Quijote ifleño lo creí suficiente, pero he aquí, que escritores tardíos llegan por doquier escribiendo lo que les place, y claro, distorsionando verdades que ya en su origen fueron por intereses políticos amañados. Así, la verdadera historia de la guerra de Ifni Sahara, no hay Dios que la entienda.

Muchos, después de 57 años hablan de la guerra de Sidi Ifni que hasta cierto punto lo comprendo, porque fue la capital, la que se cedió, y la prensa franquista se encargo de referirla como si del territorio de Ifni (ocupado militarmente por Marruecos) se tratára, pero claro, la pregunta se impone, como pueden obviar algo tan de "catón."Apliquen amigos míos, el sentido común, luchamos en Ifni territorio, abandonándolo en una rendición vergonzosa (en el tratado de Angra de Cintra cediendo por las exigencias del moro parte del norte de la "52" provincia) para refugiarnos y defender el "cortijo" de los militares del Régimen, Sid iIfni, donde lo pudieran disfrutar un tiempo ya determinado hasta el 30 de junio de 1969. EN SIDI IFNI JAMAS HUBO UNA GUERRA


de la Comisión de Defensa, del 27-12-2012, en la que el diputado de CiU

Jordi Xucla

«Termino ahora , señor presidente, con una muy breve referencia. Hemos hablado de los soldados en el extranjero y quiero pedirle, señor ministro, que preste atención a unos soldados que casi todos tienen ya mas de ochenta años: los soldados españoles que participaron en la guerra de Sidi Ifni, 1957-1958. Existe una asociaciacion de expedicionarios de la guerra de Sidi Ifni, presidida por eJosep Riatós, que pide un minimo reconocimiento moral y economico. Han sido varias las resoluciones de este Parlamento, e incluso los compromisos presupuestarios de este Parlamento...

PRESIDENTE: Debe terminar, señor Xucla . El señor XUCLA I COSTA: Termino, señor presidente. ...y creo que sera el momento oportuno del reconocimiento para estos viejos .Se ha trabajado mucho para que las nuevas generaciones desconozcan la verdadera Historia de España"

Leido un articulo del que saco un extracto de imperdonable explicacion.

Como muchos comete el mismo error, habla de la guerra de Sidi Ifni pero lo más incomprensible para uno, que trata de defender a un amigo( el Sr. Riatós lo es, al igual que tambien mio) Josep Riatós es el presidente de ACET 4 (Transmisiones nº 4) que fue de los grupos expedicionarios en el Sahara.  Nada que ver con Sidi Ifni      Termina diciendo:
«Se ha trabajado mucho para que las nuevas generaciones desconozcan la verdadera Historia de España" ¡ Hay que joderse! con estos conocedores de la historia estamos "apañaos"





EL SANGRIENTO COMBATE DE EDCHERA Poco tiene que ver con IFNI  (OCURRIO  EN EL SAHARA)

Todo esta sacado de un mismo artículo y la verdad no quisiera combertirme en "desfacedor" de entuertos,solo pediria un mínimo de coerencia histórica


                                                                                                   Adolfo Cano





IFNI ¿ EXISTIO UNA GUERRA?


Este artículo copiado de la Revista el Mundo, que aunque en general desde mi modesto saber sobre el tema, puedo considerarlo correcto,  existe algunos pequeños errores que voy a permitirme el modificar dado que en el artículo no encuentro firma o fecha. A considerar que este artículo se debió escribir  sobre 1998
                                                                                  Adolfo


               IFNI:        ¿EXISTIO UNA GUERRA?

El general Mariano Gómez de Zamalloa, el laureado del Pingarrón, el héroe de la División Azul en las estepas rusas, recibió en su despacho de gobernador general de Sidi Ifni, África Occidental, un telegrama de Madrid con el siguiente texto: "Representante bandas armadas asegura a partir 12,00 horas día 30 harán alto el fuego ese sector. Observe cuidadosamente actitud enemigo, extremando precaución. Fuego propio totalmente prohibido. Aviación no debe volar". Ese día 30 era el del mes de junio de 1958. Va a hacer ahora cuarenta años. El texto del telegrama venía a decir que la guerra había terminado. Pero ¿qué guerra? ¿Existió alguna vez -como decía Giraudoux de la de Troya- una guerra en Ifni? Después de todo, ¿acaso existió Ifni? ¿Existe aún? Es verdad que murieron al menos 300 españoles y que más de 500 fueron seriamente heridos en las batallas, que muchos miles de soldados de reemplazo lo pasaron muy mal en las trincheras y puestos de vigilancia montañosos de aquel enclave africano, y hasta época tan reciente como 1969, pero ¿fue aquello una guerra? En el lenguaje oficial de entonces se calificó el asunto como incidente; los asediados en aquel paraje inhóspito y lejano solían hablar entre sí de "la guerrita". La censura de noticias fue tan dura, perfecta y rigurosa que cuatro décadas más tarde hasta el mismo nombre del escenario se ha borrado casi por completo de la memoria de la mayoría de españoles. No obstante, aquellos acontecimientos deben considerarse como la última guerra internacional que ha mantenido España. Y su verdadero resultado, como el verdadero fin de los siglos de colonización española, saldado con sangre. No obstante, a nuestro lado hay hombres y mujeres que todavía lamen las heridas entonces sufridas, que recuerdan a sus muertos, que guardan en sus casas y en sus memorias objetos o recuerdos de lo que ocurrió en el invierno de 1957 en la Ciudad de las Flores, es decir, en Sidi Ifni; y en el Campo, es decir, en los 2.000 kilómetros cuadrados ("aproximadamente1600K2) de montañas estériles y hermosas plantadas en el pecho atlántico de África, casi frente a las islas Canarias, que un grupito de soldados al mando del coronel Capaz había ocupado el 6 de abril de 1934.

Los combatientes legionarios españoles calzaban alpargatas para un terreno  de arena y piedras En la guerra de ifni, hubieron del ejército de tierra, los cuerpos de élite, Legión y Paracaidistas, pero en especial los destinados a Ifni del Servicio Militar Obligatorio. Estos últimos, tenían un par de botas para desfilar y salir de paseo, pero la guerra en la montaña y en las columnas de rescate las hicimos en alpargatas. Si recuerdo, ver a los legionarios con botines de suela de esparto aunque no recuerdo, si en las columnas de rescate  iban con botas. Si me certifican, que los paracaidistas tenían dos pares de botas, así iban siempre calzados con botas. Siempre  consideré que los paracaidistas en la guerra de Ifni fueron  un cuerpo  de élite con ciertos privilegios y que los del SMO fuimos los olvidados, los hermanitos pobres de aquella guerra


La colonia se mantuvo durante apenas 35 años, la guerra que nunca se declaró y cuyo sello de paz oficial jamás fue estampado duró unos ocho meses. La noche del 23 de noviembre de 1957 estuvo a punto de ocurrir un desastre parecido al de Annual de 1921. Estaba todo dispuesto para que guerrilleros marroquíes controlados secretamente por el actual rey Hassán, entonces príncipe heredero, asesinaran en sus casas a todos los habitantes de Sidi Ifni y que tomaran todos los fortines del interior del territorio. La indiscreción de la cuñada aldeana de un policía nativo y la fidelidad de éste a su capitán evitaron la tragedia: le advirtió del ataque previsto. El periodista Jos Martín recuerda que su padre le contaba siempre cómo de madrugada se le presentó un soldado con un extraño y urgente mensaje: "¡Sin novedad, mi capitán: han matado al centinela!". El asalto al polvorín y la toma de la ciudad fue un fracaso que se saldó con un puñado de muertos, pero todos los puestos del interior quedaron asediados. Son terribles las historias que han contado los supervivientes que durante unos diez días estuvieron cercados, hasta que las fuerzas paracaidistas recién creadas y los legionarios consiguieron liberarlos.( No es de todo cierto, ya que, si tanto la Legión como los Paracaidistas hicieron parte en la nefasta guerra de Ifni Sahara, no podemos olvidar  a los del SMO que fueron los que realmente sufrieron  como "soldadesca" la mayor carga de la guerra, tratados como  perros   famélicos. Los primeros que liberaron  a lo que quedaba  de la sección de Ortiz de Zarate y posteriormente liberar a Teleta, fue la 21 compañía del IV Tabor de Tiradores de Ifni que estaba en aquel momento en vanguardia de la columna Muchos de estos liberadores murieron en el empeño, como muchos de los asediados, y algunos nombres se conservan en el recuerdo y en el afecto de sus familias: el alférez de las Milicias Universitarias Rojas Navarrete, el teniente Ortiz de Zárate... Pero la censura fue tan férrea que ni los habitantes de la capital ifneña llegaron a saber lo que sucedió en las guarniciones del interior; ni siquiera, en realidad, los mandos militares, a juzgar por cómo actuaron. Los poquísimos historiadores que se han acercado a aquellos sucesos -militares todos- se sorprenden de que un gobierno militarista como el de Franco tuviera a su ejército en tan patéticas condiciones. Las dolorosas anécdotas son innumerables. El primer muerto ilustre, el comandante Álvarez Chas, cayó al mar en un viejo Heinkel 111, con toda su tripulación, por un error en el momento del aterrizaje. "En el aeródromo existían todas las marcas posibles de whisky, pero faltaban elementos de guía a la navegación", cuenta un testigo. Resultó que aquel glorioso ejército carecía de casi todo: los aviones eran antiguallas de los años treinta; los Junkers que Alemania había enviado a comienzo de la guerra civil, a falta de bombas lanzaban bidones de gasolina provistos de un sistema de explosión artesanal ideado por un teniente; a los soldados se les entregaban hasta cinco viejos fusiles Máuser, con la esperanza de que algunos funcionaran cuando tuvieran que dispararlos; los legionarios calzaban alpargatas para combatir en un terreno abominable de arena y piedras; cargaban todavía con una manta y su ración alimenticia se reducía muchas veces a un chusco y una lata de sardinas; para socorrer a los asediados se les lanzaba el agua dentro de neumáticos de camión, a falta de envases mejores, que reventaban al llegar al suelo; la puntería de los aviadores era tan mala que disparaban contra soldados propios que salían desesperados de los fortines en busca de agua y comida; para las comunicaciones, se usaban radios de carga a pedales... Una pobre defensa llevada a cabo con "vieja chatarra cuidadosamente remendada", como escribe el general Casas de la Vega.

En los sesenta, Sidi Ifni floreció como nunca y los militares cobraban tres veces su salario


A todas aquellas desdichas se añadió un tiempo tan malo, con lluvias y mar agitado, que el enclave estuvo casi un mes sin poder recibir ayuda de Canarias. Muchos civiles tuvieron que formar parte de somatenes para vigilar la ciudad por la noche, incluido en un llamado Batallón de la gabardina, incluso al lado de un puñado de periodistas del régimen que fueron enviados para cambiar la realidad por crónicas literarias... Escaseaba la comida, proliferaba la epidemia de gripe. Las bandas marroquíes dominaron en seguida todo el territorio y consiguieron incluso golpes notorios, como la aniquilación de toda una bandera de la legión, con 97 bajas (42 muertos), en Edchera, en el territorio sahariano, el 13 de enero del año 58... Franco, mientras tanto, disculpaba a su "hermano" el sultán Mohamed V, que había logrado la independencia de Marruecos un año antes, y hablaba como siempre de las asechanzas del comunismo internacional. Pero las Bandas atacantes, unos 5.000 hombres perfectamente organizados y pertrechados en formaciones guerrilleras, eran gente enmascarada de un ejército oficial marroquí al que el propio Franco estaba regalando armas y municiones. Más aún: muchos de sus oficiales habían estudiado en la Academia de Zaragoza.
NAVIDAD
Los habitantes de Sidi Ifni recuerdan con lágrimas aquella terrible Navidad de 1957, encerrados en la hermosa ciudad colonial. Ni la fugaz presencia de Carmen Sevilla en plan Marilyn Monroe, de Gila y otros actores y cantantes pudo aliviar sus penas... y su falta de comida. Tampoco los miles de paquetes -turrón, naranjas, botellas...- que se enviaron desde la península a los combatientes y asediados, recogidos por un programa de La Voz de Madrid. Lo poco que no se perdió en el camino o entre manos interesadas, se repartió en el mes de marzo, polvoriento o podrido. De la colonia sólo quedó en poder de los españoles la hermosa ciudad que ellos mismos habían construido sobre el rocoso vacío desértico, con un círculo de seguridad de unos cinco kilómetros de perímetro defendido por alambradas y trincheras.
Así se mantuvo durante 11 años, y con la ridícula categoría de provincia española, la número 51. En las Cortes franquistas aparecían baamaranis de Ifni y saharauis de la otra provincia, Sahara Occidental, ataviados con vistosos uniformes, a cobrar la paga y a preparar las últimas traiciones cuyas consecuencias todavía colean en el Sahara Occidental, después de la famosa Marcha Verde de 1975. Aquella mañana del 31 de julio de 1969, ( fue el 30 de junio de 1969)va a hacer veintinueve años, se arrió la bandera de España del mástil de la plaza del mismo nombre (hoy plaza de Hassán II). Unos meses antes ya se habían embarcado los restos de los caídos y hasta las cruces que presidían sus tumbas en aquel cementerio que durante la guerra se iba agrandando de noche sin que los civiles de Sidi Ifni supieran por qué. Algunos oficiales lloraron, y también mucha gente de Ait Ba Amrán. La autoridad obligó a todos los civiles a salir de allí, a todos. Pagaron cien mil pesetas a cada uno para que rehiciesen su vida en otra parte. Pero en esos últimos 11 años, en los sesenta, la ciudad todavía asediada brilló como un insólito paraíso. No había riqueza alguna, pero el gobierno asfaltó calles, levantó y pintó casas, construyó un extraño e ingenioso puerto a golpe de millones (puerto que los marroquíes abandonarían enseguida). Sidi Ifni floreció como nunca: los militares todavía salían a caballo a cazar gacelas, cobraban su salario hasta multiplicado por tres, paseaban con uniformes blancos, se casaban con gran boato, multiplicaban las fiestas, las partidas de póquer... Y los pocos civiles que completaban la población española vivían como en una película. Mientras, seguía siendo muy dura la vida en la península. A su lado, unos 8.000 baamaranis, más otra gente de Marruecos, tenían hospital, escuelas, beneficios de todo tipo. También muchos de ellos lloraron, especialmente los áscaris, los antiguos soldados de nuestro ejército. En realidad, se sabe que unos 8.000 chavales de esas ásperas montañas habían sido reclutados para luchar en la guerra civil. Licenciados, seguían cobrando sus pensiones. Todavía ahora muchas familias viven del dinero que un militar les lleva desde Las Palmas cada dos meses. La que fue hermosa ciudad colonial conserva todavía muchos recuerdos de la presencia española y no han sido eliminados aún todos los rótulos de calles y negocios. Mucha gente siente nostalgia de aquella riqueza y mantiene con cierto entusiasmo el idioma que aprendieron. Claro: el hotel España se llama Belle Vue, el cine Avenida está cerrado, en la fachada del ayuntamiento se lee Hôtel de Ville, la iglesia de Santa Cruz, descabalgadas las campanas y tapiada la gran cruz, es sede de los juzgados; el palacio del gobernador sigue siéndolo, pero de Hassán (que nunca ha querido ir a ocuparlo); el aeródromo al que volaba Iberia es un campo de matorral para cabras... El primer hotelito de la ciudad de Sidi Ifni continúa llamándose Suerte Loca y por allí merodean alemanes de chamarra de cuero que fuman kif o turistas de paso asombrados por la mera existencia de una ciudad tan extraña en aquella esquina del mundo. Su antigua belleza se va marchitando día y a día y hace poco se sacó a subasta el fastuoso edificio de la Pagaduría militar, también llamado Consulado. Continúa en su fachada el escudo del águila con su yugo y sus flechas... Los baamaranis de a pie -el barbero, el carpintero, los empleados del ayuntamiento- se lamentan de que España haya olvidado la ciudad que levantó, la cultura que sembró, los recuerdos que dejó. De tarde en tarde cae por allí un nostálgico español que luchó en las banderas paracaidistas o de la Legión, o que padeció un servicio militar muy largo y muy duro en las trincheras del monte Bulaalám. Aquí ocurrió esto, allá ocurrió lo otro, dirá a sus hijos... O tropieza en la calle con antiguos compañeros de escuela, como le ocurrió hace dos meses al explorador Kitín Muñoz, nacido allí. Los tenientes de la guerra son hoy generales y no quieren hablar del asunto. Porque hubo demasiadas historias tristes: sangre, corrupción, derrota... También algunos destellos de gloria, ciertamente. Porque todavía se mantiene el secreto. Pero Sidi Ifni, la que fue levantada por ingenieros militares a lo largo de tres décadas sobre el acantilado, frente a un mar intratable, existe todavía. Languidece solitaria a unos doscientos kilómetros al sur de la turística Agadir, ensimismada en su propia sorpresa, pero dueña aún del rescoldo de las bellezas que un día tuvo. Después de todo, sólo han pasado treinta años desde el cambio de bandera, aunque parece que casi todo ha sido olvidado.
PARA COMPRENDER NUESTRA GUERRA DE IFNI SAHARA HAY QUE DAR UN REPASO A LA HISTORIA DE MARRUECOS
HI  



      HISTORIA   DEL DESCONACIDO CONFLICTO DE 1957-58 EN EL AFRICA  OCCIDENTAL ESPAÑOLA


En agosto de 1953, e residente francés en Marruecos, general  Guillaoume, con el fin  de suprimir el nacionalismo marroquí que arrancaba de bastantes años  atrás, depone al sultán Mohamed V, desterrándole a Madagascar, y coloca en su lugar a Muley Ben  Arafa, tío del rey, con el auxilio de importantes personalidades marroquíes, como  El Glaoui, pacha de Marrakech, para satisfacción  de los intereses y aspiraciones de los colonos franceses.

Las corrientes independentistas marroquíes, que se remontan al Manifiesto del partido del Istiqlal, (partido de la independencia) en febrero  de 1944 toman forma con mayor virulencia  en un Ejercito de Liberación (EL) y formado por hombres del campo, del Rif, montañeses del Atlas, tribus del sur  y la guerrilla urbana,  son quienes atacan  tanto a los intereses franceses  como a los marroquíes  colaboradores de las potencia protectora. En septiembre de 1953  tiene lugar un atentado contra  el sultán  Ben Arafa que nuevamente ve amenazada su vida en marzo de 1954. E n mayo se produce otro atentado contra  en general  Guillaoume; el 20 de junio es herido gravemente el general Hauteville comandante de la región  Marrakech y el 30 es asesinado el doctor Eyraud, director de la Vigie Marocaine, una intransigente publicación colonia

Desde julio de 1954 a junio de 1955 se producen, 1430 incendios  331 sabotajes  784  atentados, 477 explosiones,  la muerte de 41franceses y 254 marroquíes colaboradores de la metrópoli. En agosto de 1955 coincidiendo con el aniversario de la deposición  de Mohamed V una oleada de revueltas, que se  origina en Kenitra, invade  las ciudades (Rabat, Casablanca, Safi, Essauira)los campos donde son asesinados 49 europeos  y las minas  y poblados mineros , donde la represión  produce  millares de de muertos marroquíes

                                La independencia de Marruecos

  Mientras tanto en Argelia, en la madrugada del 1 de noviembre de 1954 han comenzado los ataques por todas partes contra la presencia francesa;  en agosto, Tunez ha  obtenido la autonomía interna y la guerra de Indochina marcha de mal en peor. Todo ello lleva a Francia a considerar  como más conveniente el regreso  de Mohamed V  al trono, comenzando  unas negociaciones que pongan fin  a la época  de protectorado.

El sultán regresa en noviembre de 1955 y el 2 de marzo de 1956 Marruecos accede a la independencia, tratando el Gobierno francés de obtener las mayores ventajas posibles de su antigua implantación colonial, al mismo tiempo  que se impedía  la formación de un frente común  magrebí de liberación extendido a todo el noroeste de África.

La política española ha jugado hasta entonces un papel anticolonialista, negándose a reconocer a Ben Arafa, dando asilo en el Marruecos español a dirigentes del Istiqlal y llamando a formar parte del Gobierno al nacionalista Abdejljalak Torres, con la insólita esperanza de sustituir la influencia francesa  en su zona de protectorado. Cuando finalmente llega la independencia en marzo de1956,

La visita de Mohamed V a Madrid para lograr la renuncia española es muy tensa y aunque los proyectos españoles se han visto desbordados por la política de Francia. El Gobierno sigue manteniendo  sus intenciones de protagonismo en Marruecos, no retirando la peseta hasta dos años mas tarde, manteniendo fuerzas allí hasta  y regateando las concesiones para salvaguardar los intereses españoles en el Rif  y en otros puntos. A todo ello hay que añadir que  la cuna y la fe de nacimiento  del régimen están en el norte marroquí, donde se ha formado y ha hecho su carrera la cúpula militar del sistema. Todos estos condicionamientos resultan fundamentales para comprender mas tarde determinadas  inactividades y silencios de las política española en relación a los ataques en el África occidental

Pero  el Ejército de Liberación no tenia como única objetivo la independencia  de Marruecos sino  la eliminación en todo el norte de África de la presencia colonial, conjugando sus esfuerzos con el FLN argelino y los independentistas tunecinos.

Al mismo tiempo perseguía la implantación de la republica, conocedor de que la dinastía alauita, en el pasado y en el futuro, solo sevicia solo serviría para favorecer los intereses coloniales de Francia.

La lucha que debiera  haberse extendido a todo el norte de  África queda escasa de objetivos al alcanzar la independencia Marruecos y Tunez en 1956, por flexibilizar Francia su postura  en las posesiones más expuestas  y limitarse a la defensa de Argelia

El nacionalismo burgués marroquí  se encuentra en el poder a partir de la independencia y en el segundo Gobierno Bekkai. Octubre de 1956 el Istiqlal dispone de ocho carteras ministeriales. Aunque  los sectores mas radicales  ejerciese en el EL una indudable influencia, este no fue nunca  su brazo  armado, mostrando siempre recelo a ser instrumentalizado por cualquier partido

La alianza entre la burguesía independentista del Istiqlal y el trono aunque no se apoyase en una confianza total, tenia  como enemigo común  a los revolucionarios que habían combatido contra el colonialismo y que todavía pensaban en continuar la lucha

A esta idea   general responde la creación de la FAR, las fuerzas armadas  reales que realizan su primer desfile de 14000 hombres en el mes de mayo en Rabat, mientras el Istiqlal  dispone de la Seguridad Nacional, cuya dirección  asume Mohamed Laghazaui. En marzo de 1956 Mohamed V se reúne  con los jefes  mas monárquicos del EL, consiguiendo el juramento de fidelidad de una treintena de ellos  y en julio se integran  en las FAR millares  de combatientes

EL del norte acepta el alto de fuego el 27 de marzo de 1957 a pesar de los que se oponen negándose a deponer las armas, fieles a su doble objetivo de liberación del Magheb y de la Republica de Marruecos. Pero muchos de sus jefes  han sido eliminados físicamente En junio de 1956  Abbas Messadi jefe del EL del norte asesinado en Fez; Abadllah Hddaui es ametrallado a la entrada de  Casablanca, lo mismo que Abadía Abdelkrim y Ahmed Tuil, jefe del grupo denominado Creciente Negro. Mas de cincuenta jefes de la resistencia que habían proyectado proclamar la Republica son ejecutados por elementos de las futuras  brigadas de la policía marroquí bajo la dependencia del príncipe Muley Hassan que en una reunión al mas alto nivel da la orden a Laghazaui jefe de la seguridad nacional de dicha “limpieza”

                           

                                                         José Ramón  Diego de Aguirre

                                                                            Historiador



“El príncipe  Hassan desde  la deportación de su padre a Madagascar es el que ha movido todos los hilos,  primero creando un ambiente terrorista que obliga Francia a restaurar a su padre al trono y jugando una partida amañada, usado los momentos y los hechos con gran habilidad consigue llegar a la idea del Gran Magheb”