Después de innumerables gestiones por recuperar los restos mortales de su hermano Luis muerto en Sidi Ifni el 4 de febrero de 1958  Ángel ha conseguido tener en su poder( sufragando todos los gastos)  los restos mortales de su hermano en casa, junto a su familia. Como siempre  al Estado Español y a sus gobiernos les ha faltado Justicia Honor y Dignidad. Esperemos que la carta bien argumentada enviada al Exm. Ministro de Defensa y la misma a S M el Rey  Felipe VI tenga la adecuada respuesta.

 Hasta en la muerte tuvimos diferente trato. La "soldadesca" ( dígase SMO escrito entrecomillado para definir el trato indigno que tuvimos) quedó en Canarias (Cementerio de San Lázaro) y los CLP (Caballeros  Legionarios  Paracaidistas) fueron  trasladados  a la península.

"Por la misma vía y transporte, se repatriaron 20 féretros para ser inhumados en el Panteón de la Brigada Paracaidista ( Alcalá de Henares)"
No dudo el que los mandos superiores así lo solicitarían porque tendrían constancia de sus muertes,, pero  la "soldadesca" en su solicitud no tuvo el mismo trato

¡VIVE DIOS QUE TUVIMOS MAS DE UN ORTIZ DE ZARATE!

QUE TODOS ESTUVIMOS EN LA MISMA GUERRA





Madrid, 27 de marzo de 2015.

AL EXCMO. SR. MINISTRO DE DEFENSA 

DEL GOBIERNO DE ESPAÑA
              
Madrid.


Suscribe el presente escrito, que eleva acogiéndose al derecho de petición reconocido en nuestro ordenamiento jurídico, Ángel López Aguado, titular de DNI 01467091J, con domicilio en Madrid, c/ Cebreros 80 dpdo. 11º B, DP 28011.

Lo hace en nombre propio y en representación de sus hermanos Ifigenia, Aurea y Balbino, que le han otorgado poder suficiente al respecto, como deudos de quien fuera soldado del Grupo de Policía de Ifni nº 1, LUIS LOPEZ AGUADO, nacido el 9.10.1935 en Castellar de la Muela (Guadalajara) hijo de Miguel y M. Consolación, con DNI 2968834 que, perteneciente al remplazo de 1956, se incorporó al Grupo de Policía del A.O.E. el 18 de marzo de 1.957 y falleció el 4 de febrero de 1.958,  a causa del disparo de mosquetón de un compañero cuando se encontraba en la zona de dormitorio del acuartelamiento realizando, en grupo, revisión y adiestramiento en el manejo de armas, bajo supervisión y mando de un Teniente.

La familia no recibió notificación del hecho por parte de la institución militar y sólo a título particular e informal lo hizo el Comandante Jefe de la Unidad en carta personal de fecha 14 de febrero. Tuvimos que verificar el hecho acudiendo a la Capitanía General de Zaragoza. Sus escasos enseres personales llegaron tiempo después de la mano de la Guardia Civil.

Sabemos que recibió sepultura en el cementerio de Sidi-Ifni y, extraoficialmente,  que sus restos fueron levantados y trasladados al cementerio de S. Lázaro en Las Palmas a raíz de la cesión del territorio en el año 1969. Pero, ninguna notificación formal, nulo contacto con la familia, ningún ofrecimiento o fórmula para entregarlos en condiciones que serían  exigibles. Igual ausencia de comunicación sobre la presumible incoación de la correspondiente causa judicial y cuanto pudiera derivarse de la misma. En  1973 hubo de solicitarse el reconocimiento de pensión de orfandad para los padres.

Por iniciativa propia, a pesar de la ausencia permanente de información sobre el tema por parte de la institución militar, supe recientemente de la posibilidad de solicitar la exhumación y entrega de sus restos lo que  fue concedido y pude llevar a efecto con fecha 10 del presente mes de marzo.

En relación y como consecuencia de cuanto antecede, formulo las siguientes peticiones:

1.- El resarcimiento de los gastos generados por la exhumación y entrega de los restos, según factura que acompaño en fotocopia.
Asumiendo que entre la información previa, como requisito a la posible autorización, figuraba el compromiso  del interesado a hacerse cargo de  los gastos derivados (Anexo II a la NG 07/11), ello no desvirtúa la reclamación por entender:
-                    Que fue el Estado quien, de forma obligatoria, reclutó y motivo el desplazamiento de mi hermano, por lo que debe corresponderle el reintegro de sus restos al ámbito familiar del que salió.
-                    Que perdió la vida en el seno de la institución militar, sin que ésta haya hecho otra cosa que mantener depositados sus restos, nunca ofrecimiento de entrega, aparte la más absoluta incomunicación hasta nuestros días.
-                    Que, como evidente agravio comparativo, existen multitud de situaciones similares que resulta innecesario enumerar, en las que afortunadamente sí se ha cumplido dicha obligación, respetando con ello la dignidad tanto de los fallecidos en acto de servicio como de sus familias; en este caso, la apelación es directa al principio de igualdad ante la ley.

2.- Poder acceder al conocimiento del contenido de la Causa judicial nº 103 de 1958, instruida contra el Policía de 2ª D. Lorenzo GARCIA CALERO, como autor responsable del disparo y muerte de mi hermano.

Parece del todo elemental que, aún en el tiempo, podamos la familia conocer si nuestro hermano recibió el amparo de la justicia y los términos en que ésta se produjo. Recalco que nunca nos fue comunicada dicha actuación y mucho menos se nos facilitó participación alguna en la citada causa. También esto constituye todavía cuestión de dignidad y reparación.
Ruego por tanto, Sr. Ministro, dé las órdenes oportunas en este sentido puesto que no  he logrado encontrarla a pesar de haberme dirigido, y obtenido contestación, al Archivo General Militar en sus sedes de Segovia, Ávila, Tenerife-Almeyda y Guadalajara que, a su vez, dice haber recabado datos del Archivo Intermedio de Canarias. En la Subdirección General de Costes de Recursos Humanos he encontrado el expediente de tramitación de la pensión de orfandad a que antes aludo.

3.- Que en la forma en que se entienda mejor, se haga público reconocimiento institucional y social de la generosa entrega de servicio y vidas humanas que tuvo lugar en la llamada “Campaña” de Ifni de 1957/58.
El Ministerio que Vd dirige tiene sobrado conocimiento del agravio que soporta, en un tiempo ya tan prolongado, un amplio colectivo de, fundamentalmente, soldados que defendieron con absoluta dignidad el entonces territorio español, a pesar de hacerlo en ínfimas condiciones de dotación, organización y mando. No se le oculta, como representante electo de la ciudadanía, que corren tiempos cargados de intenso sentimiento o necesidad de justicia y verdad.

Por último, señalar que el presente escrito es remitido también a S.M. el Rey Felipe VI, en su calidad de Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas.



En la confianza de obtener adecuada y favorable respuesta a estas demandas, reciba un respetuoso saludo.

3 comentarios:

  1. Razones de peso no te faltan amigo Adolfo y mucho menos a D. Ángel López Aguado.

    No creo que haga falta repetirte a ti que yo caí herido en Buyarifen en junio de 1958 al pisar una mina antipersonas mora y que a consecuencia de ello me fue amputado mi pie derecho. Nadie me dijo si mi pie cortado fue cristianamente enterrado en el cementerio de Sidi-Ifni o echado directamente al campo para alimento y deleite de las hienas que por allí pululaban. O sea, que yo tengo un pie en la tumba, o qué?.
    Yo ingresé en el Cuerpo de Mutilados que también falleció en su día, y hasta ahora mismo con mis personales recuerdos que cuento en mi blog.
    Así las cosas, quiero recordar que fue en 1960 cuando fui reclamado en un cuartel militar, como prófugo, por no haberme presentado al llamamiento para hacer la mili obligatoria. Yo que había estado voluntario en la Legión y en Paracaidistas. Imagínate el desorden de datos en el estamento militar. Incluso no consto en ninguno de los Archivos militares. Tócate la teja.
    Y sin embargo, pocos meses antes de aquel divertido episodio en aquel cuartel y ante un sargento que no daba crédito a mi relato, había sido requerido en un juicio militar para pedirme responsabilidades por la rotura y desperfectos presentados en la radio que yo portaba en el momento de la explosión de la mina enemiga que pisé y que naturalmente se debió estropear al caer al suelo. Cuestión muy importante al parecer. Naturalmente debí responder que el responsable no fui yo y que por tanto era el enemigo marroquí que colocó aquella mina. Así constó y así se cerró el caso. ¿Qué te parece?
    Creo que escribir solicitando unos elementales derechos y más para las circunstancias que se dieron en la desgraciada muerte de Luís López Aguado, es pedir peras a un olmo. Opinión sobre estas cosas que mantengo desde hace muchos años.
    Recibe un saludo.

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  2. Apreciado Juan. Entiendo que los años te hagan ver los hechos dentro de la cruda realidad. Se de tus muchas vicisitudes en tu vida, que algunas ayudan poco a ver la botella, estando de agua por la mitad, medio llena, o medio vacía. En mi caso puedo decirte que la vida me ha tratado mal, muy mal, pero gracias a que suelo ver la botella medio llena vivo, y tengo una muy mala salud de hierro, que mis ganas de luchar, seguramente hace que no me oxide Lo de Ifni es, porque como tú lo viví, parte de mi lucha. Seguramente amigo Juan, soy un cándido, y nunca lograré el que IFNI conste en nuestra historia como lo que fue, una absurda guerra para vergüenza de España y con las disculpas al moro del dueto Franco, Carrero despreciando a la “soldadesca” cuyos murtos y heridos les fueron perdonados en confesionario diario. Yo seguiré, por mi y ayudando a otros que me necesiten, aunque sirva para bien poco. La lucha de Ángel es para ser apoyada y el considerarla baldía, rompe ilusiones en la que una vez recuperado a su hermano le honra el intentar luchar por dignificarlo. Que lo consiga o no, es algo, que no es para decirle que bajo tu larga experiencia nada ha de conseguir. Estoy escribiendo un libro sobre la guerra de Ifni Sahara si lo termino ya te lo diré. Un abrazo Adolfo

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  3. Estimado Adolfo:

    Está suficientemente demostrado que la guerra de Ifni-Sahara fue un fracaso. Como lo son todas las guerras habidas y por haber.

    Celebro que escribas tus memorias de la guerra. Yo las escribí y están en Internet.

    http://es.scribd.com/doc/38240435/UNADIFICILSITUACI

    Cuando esté escrito tu libro espero poder tener acceso a él.

    Un abrazo

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