UNA GRAN HISTORIA:
              LA XIII BANDERA DE LA LEGION
                                 EDCHERA

 
 
 
 
 El 14 de enero de 1958, durante la campaña militar de Ifni Sahara La XIII Bandera de La Legión Española, se vio envuelta en una emboscada en la que muchos Legionarios, perdieron su vida cruelmente defendiendo unos ideales de vida.
En una acción de reconocimiento,la XIII Bandera progresaba por la Saguia el Hamara,un profundo y largo barranco .Al llegar a Edchera,donde después se levantaría”Fuerte Chacal”,los milicianos marroquíes del ELN (Ejercito de Liberación Nacional) atacaron por sorpresa a esta unidad desde las alturas del barranco causando varias decenas de muertos.La acción decidida de toda la Bandera hizo que aquella emboscada no llegase a ser una autentica barbarie de muerte y desolación.
Esta es la historia de dos amigos que combatieron juntos en aquella tragedia. Una historia de lealtad, compañerismo y ideales de los que tal vez debemos aprender.
Un sincero homenaje a todos aquellos Legionarios.

XIII BANDERA

Edchera 1958

CAPÍTULO 1

Madrid, Enero de 2012
Amigo mío:
Aquel enero de 1958 enterramos a muchos legionarios muertos por la traición de unos cobardes llamados Ejercito de Liberación Nacional (ELN). Unos que pretendían liberar al pueblo marroquí de la colonización española pero que, para combatir, se ocultaban entre sombras y emboscadas.
De aquello ya van algo más de cincuenta años y hoy por hoy, cada noche recuerdo sus caras y me maldigo a mi mismo por vivir maltrecho y mullido en una silla de ruedas. Debería de haber muerto con vosotros aquel día y no aquí, inútil y aburrido sintiendo la vergüenza de que limpien mis heces cada mañana.
Recuerdo aquel trágico y glorioso día en la XIII Bandera Independiente de la Legión Española. Pertenecíamos a la VII Bandera de la Legión y veníamos de Larache a dar apoyo a la XIII Bandera. Junto a nosotros vinieron muchos amigos que se ofrecieron voluntarios por la gloria del cuerpo y de España. Algunos mandos también se ofrecieron al caso, como el Tte. Gamborino del cual tengo muy buenos recuerdos igual que de todos mis compañeros. En especial de ti amigo mío, mi binomio de combate: El Legionario Alfredo Perez de la Cruz, nacido en Ávila. Compañero, cuanto te he echado de menos durante estos años. No he dejado ni un instante de recordar aquellos buenos momentos en la Legión y nuestras juergas junto a Sanchez y el Cabo Belmonte.
Amigo mío yo tenía que estar a tu lado. Perdóname por esta ofensa, pero tal vez Dios, lo quiso de esta manera. O al menos eso creo yo, porque es lo único a lo que me he aferrado en estos años. A su voluntad y a los buenos recuerdos de aquellos días.
¿Te acuerdas amigo mío de lo alegres que marchábamos el día que nos destinaron a la XIII Bandera? Menudo orgullo teníamos en el pecho. Entraríamos en combate contra aquellos moros independístas y los pondríamos en su lugar. Cuantas risas nos marcamos en la cantina esa noche antes de partir hacia Edchera, cuando el cabo Belmonte comenzó a imitar a uno de esos moritos cuando entraban en combate. Que bueno era el cabrón del Cabo (con su permiso). Decía que se quería dedicar a eso del humor como el grande de Gila cuando todo aquello acabase y que nos invitaría a su espectáculo.
¡Maldita sea Alfredo esos moritos de los que se reía el Cabo, nos dieron morraja de la buena ese día y acabaron con casi todos los que estábamos allá abajo en el Saguia. Se cargaron al bueno de Oleaga. ¿Te acuerdas de él? Yo lo vi caer antes que me sacaran de allí.
Recuerdo que unos días antes de lo ocurrido ya sabíamos que pronto saldríamos hacia Edchera en misión de reconocimiento. Se estaban dando algunos problemas con esos del ELN por aquella zona y prestaba conseguir información de primera mano sobre la situación. Creo que nadie se esperaba que aquello se convertiría en una escaramuza en toda regla. Muchos días han sido los que he revisado tranquilo en mi sillón el plan de batalla de aquel día. He leído informes y he buscado información en una cosa que te gustaría llamada internet. Tú siempre fuiste muy moderno por eso te lo digo. A pesar de todo, no dejo de estremecerme con todos los recuerdos y no puedo olvidar lo sucedido por respeto a todos vosotros que dejasteis vuestra vida en la tierra ardiente de aquel infierno angosto.
El corneta tocó diana aquella mañana del 13 de enero de 1958 más pronto de lo normal. Querían que estuviéramos bien apunto cuando se diese la orden de marcha hacia Edchera. Nos levantamos con la presteza que a un legionario le debe de caracterizar y con resaca o sin ella, salimos del catre agitadamente. Todos en el barracón corríamos de un lado para otro preparando nuestro equipo. Si alguien hubiese entrado en ese momento, alguien que no conoce el Ejercito; tal vez hubiese notado cierto jaleo y cierta descordinación pero se equivocaría. Aquellos legionarios, venidos de muchos rincones de España, extranjeros, con pasado o sin él; se movían como un reloj de esos suizos que dicen son tan precisos. Aunque creo que esta comparación es una estupidez. La legión no tiene comparación a nada ni a nadie; es única y sin igual. Que le den a los suizos y sus relojes.
El Cabo cuartel entró por la puerta del barracón y comenzó a meternos presión. La gente lo notó y todo se aceleró mucho más de lo que ya iba.
—¡Vamos señores quiero ligereza en esos pies me cago en la leche! ¡Os quiero fuera ya mismo y eso es muy tarde! ¡Vamos, vamos, vamos!
Creo que nunca he corrido tanto y me he atado las alpargatas tan rápido como los días que estuve allí en la Legión. Mis manos eran rápidas y precisas, no como ahora que me cuesta buscármela entre los pantalones. Si Driffa, la mora aquella del cafetín del Aaiún, aquella de grandes y rasgados ojos negros que casi nos hacía perder el sentio me viese ahora mismo; creo que se estaría riendo de mi hasta el resto de sus días. La buena de Driffa… cuanto la he echado de menos en la soledad de mis noches. Después de aquel día y tras salir del hospital sin una pierna menos no me atreví a despedirme de ella. Tanto coraje para unas cosas y que débil me sentí aquel día. Tal vez Driffa no me hubiese rehusado pero yo sentía vergüenza de verme de aquella manera tan inútil. Cuando llegué a España, todo cambió y poco a poco me fui escondiendo de mi mismo. Aquella escaramuza destrozó mi vida por completo, me dejó sin ganas de vivir, sin esperanza alguna. Me convirtió en un trasto. Lo siento Alfredo pero no pude tirar adelante. Tendrás que perdonarme.
La mañana se desenvolvió rápidamente y en pocas horas la compañía estaba formada en el patio con los fusiles Mauser, munición y el rancho en la mochila más tiesos que una vela. A la izquierda del patio la 1ª Compañía del Capitán Girón; en el centro la 2ª Compañía de fusiles del Capitán Jauregui; y la 3ª Compañía del Teniente Vizcaino; seguido a la izquierda del todo la 5ª Compañía de ametralladoras y morteros del Teniente Barco. Cuatro Compañías de legionarios alzaban sus caras hacia el sol sahariano de la mañana, con la camisa descubierta mostrando el pecho y las medallas que algunos llevamos como un estandarte en la batalla. Cada uno s tenía sus razones para estar allí y cada uno de nosotros, tal vez expiaba sus culpas y pecados de aquella manera. Por unas por otras todos éramos Legión.
El Comandante de la XIII Bandera salió al patio junto al Coronel Mulero. Entonces los Capitanes dieron el firmes. Los Capitanes dieron novedades al Comandante Rivas y este a la vez se las dio al Coronel. Entonces este lanzó una palabras al aire que no olvidaré nunca.
—¡Caballeros Legionarios! ¡España os necesita una vez más para gloria de la patria! —hizo un pequeño silencio mientras observaba la formación— ¡Voluntarios!
En ese momento todos a una dimos un paso al frente y mis lagrimas brotaron de mis ojos destelleando bajo aquel sol extranjero. Los vítores a España y a la Legión brincaron al aire repetidos tras el Coronel. Después de aquello no hubo más que decir. Estábamos preparados para lo que fuera. Dispuestos a morir por la patria y por el compañero que a nuetro lado luchaba...
    Continuara             
                                    LA  XIII  BANDERA DE LA    LEGION


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2 comentarios:

  1. Estupendo reportaje. He puesto un correo a carrascocalderon@gmail.com y a ti mismo, solicitando vuestro permiso para subir a mi blog esta narración.
    Saludos.

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