IFNI, 40 años del penúltimo
capítulo de nuestra historia colonial
Colaboraciones -del Rincon de Ifni- Juan Carlos
León Brázquez
Por razones obvias, mi primer documental versó sobre La Guerra del RIF, aquella en la que desapareció mi tío-abuelo. Un tal Abdelkrim consiguió derrotar al Ejército colonialista y fundar un Estado, con bandera y moneda, aglutinando a las tribus bereberes que no solo se oponían a España sino al Sultán del Sur. Menuda sorpresa y qué flaca memoria tenemos los españoles que hasta nos olvidamos de nuestra propia historia, en una tierra tan cercana en el norte de África. Para la mayoría de la gente Marruecos es Marruecos, y punto. Y sin embargo, Abdelkrim –quizá el hombre que haya matado a más españoles en un solo día, lo que recordamos como el desastre de Annual- sigue enterrado en El Cairo, sin volver a su Rif, porque nunca reconoció la autoridad política del Sultán y representa aún el afán independentista bereber. Solo hay que darse un paseo por Alhucemas, Axdir, Chaouen o Nador para entender a un pueblo bereber que no tiene nada ver con lo árabe y que ha sido ¿sometido? tras más de 60 guerras. De lengua amazig y considerando al español como lengua propia, todavía es notoria la resistencia a aceptar el árabe y el francés, impuestos por las autoridades llegadas del sur francófono. Tantas las diferencias que hasta Franco intentó sin éxito crear un Estado tapón frente al nuevo Reino impulsado desde Francia, el país que marcaba –y marca- el paso en todo lo concerniente a Marruecos. Al final, fue la primera cesión de los territorios controlados por España que se hizo a un Sultán-Rey (Mohamed V) que en vez de desarrollar el norte se dedicó a enviar a su hijo (Hassan II) a bombardear las míseras aldeas bereberes. Y a partir de entonces el olvido durante medio siglo para lo que fue el Protectorado norte español, origen del segundo documental, en el que se pone de manifiesto el apoyo de Franco a los independentistas marroquíes frente a Francia, solo para ganarse las simpatías del mundo árabe y romper así el aislamiento internacional promovido entonces por la ONU. El agradecimiento marroquí tras la independencia fue arrojarse con amor en los brazos de Francia, ¿para agradecerle la represión que había ejercido en su Protectorado y el exilio del propio Sultán?, mientras que a España – la permisiva gran protectora- le esperaban tiempos de desaires y guerras.
Tercer capítulo. Ahora se cumplen 40 años de la retrocesión de Ifni a Marruecos. ¿Cuántos conocen que en aquellas tierras España se vio envuelta en su última guerra, entre 1957 y 1958? Preguntar a cualquier adolescente si sabe algo de esto es como preguntar a nuestro gato, en el caso de que lo tengamos. Y sin embargo, en aquella pequeña e inhóspita franja de tierra frente a las costas de Canarias perdieron la vida casi 200 españoles. Muchos de los protagonistas, afortunadamente, viven y son quienes mejor nos pueden transmitir la memoria oral de lo que sucedió. Siempre, en mis documentales lo primero que me pregunto es porqué estábamos allí. Así descubrí que un asentamiento costero canario del siglo XV (Santa Cruz de la Mar Pequeña) es el origen de la reclamación de la soberanía de España sobre aquel territorio, lo que fue negociado y consensuado con Marruecos.
La última guerra de España
fue consecuencia de los afanes expansionista del nuevo reino marroquí surgido
en 1956 al reivindicar el Gran Marruecos, que comprendía no solo todas las
posesiones españolas del norte de África, sino tierras de Argelia, Mauritania,
Malí y Senegal. Así fue cómo nos vimos envueltos en los ataques del Ejército de
Liberación promovido por Mohamed V, aquel que vio las lágrimas de Franco al
entregarle el Protectorado en el que el dictador había forjado su carrera
militar. Para que aquel pobre Ejército desarrapado dejara de atacarnos se cedió
al Sultán el norte del Sahara hasta el río Draa, el territorio dominado por
Villa Bens, hoy Tarfaya.. Nada que oponer a la entrega si el territorio hubiera
sido alguna vez marroquí, pero la zona formaba parte del Protectorado sur,
habitada por las tribus nómadas del Sahara que dieron los primeros hijos al
Frente Polisario. Incluso para los independentistas saharauis y para no
emborronar más las reivindicaciones, está asumido que este territorio marca hoy
la frontera sur de Marruecos, aun cuando su legitimidad histórica deje mucho
que desear. Poco rendimiento económico sacaba España de aquellas tierras y sin
embargo se construyó la ciudad de Sidi-Ifni, con un puerto y un aeropuerto que
se abandonaron hace exactamente 40 años, al entregar el territorio –entonces
una provincia española- a Marruecos. Las manifestaciones el pasado año de los
ifneños por el abandono al que los somete el régimen centralista marroquí sacó a
relucir el pasado español y la añoranza por un colonialismo caduco pero que les
llevó una cierta prosperidad hoy perdida.
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